Siendo niño y luego adolescente, viviendo en mi natal Córdoba, era común el transportarse en «autobús colectivo» conocido en la mayoría del País como “camión” aunque en mi localidad se le llamaba “el urbano”, cuyas rutas se diferenciaban por el color de unas «banderas» que utilizaban.
Años ha recuerdo que existían:
«el urbano bandera verde» y «el bandera roja”, posteriormente saldría “el bandera amarilla”.
Esas rutas atravesaban la “ciudad de los Treinta Caballeros” (Córdoba) hallándose «la terminal» frente a la «estación de ferrocarril» (llamado comúnmente «el barrio de las estaciones») porque también estaban la del “tren Mexicano” y la del “tren del Istmo”.
De ahí salían «el bandera verde» y «el roja»:
el primero pasaba por la avenida 1, «el mercado», «el centro», «San José» y en «la 22» volvía a la «ave. 1″/ «dos caminos» conocida como “la garita” ubicada a la salida rumbo a «Fortín».
«Bandera roja»: transitaba por la calle 13 (ambos pasaban al «Mercado Revolución») hacía parada frente abarrotes «la Iberia», seguía hacia la av. 11 hasta «dos caminos».
«El punto de encuentro» era la intersección de «las avenidas 1» y «11», (a una cuadra de «dos caminos») donde se ubicaba una «tortillería», ahí se hacía el «cambio de bandera»:
el de la verde cambiaba a roja y viceversa.
Como el chofer traía «las banderas» junto a él a mí me gustaba pedirle, con anticipación, que me dejara cambiarla;
entonces insertaba el asta en un tubo delgado colocado arriba en la parte delantera junto a la puerta.
¡éso me agradaba mucho!
Inicialmente existía «el boletero» y él hacía los cambios.
Con el tiempo vareó:
el chofer conducía, cobraba y rotaba la bandera en el momento en que giraba para iniciar el regreso… ¡y yo pendiente a cumplir con mi «gustito»!.
Años más tarde construyeron el «Hospital del IMSS» (entre «avs. 9» y «11» y entre «calles 1» y «2») lo que originó que se introdujera «el urbano» «bandera amarilla» (dado el maracado aumento de pasajeros) el cual incluía la entrada al fraccionamiento “Alameda”.
Ya de adolescente con la «audacia», agilidad y elasticidad propias de la edad gustaba de subirme y bajarme del camión en movimiento y una vez en el suelo hacer «las piruetas» necesarias para frenar…
(«los Inmortales» como explicara Alberto Cortez en su canción con ese título)
Otro detalle que ocurría («ahí adentro») es que a los largo del «camión» en la parte superior de las ventanillas y en ambos lados, estaban colocados un par de cordones que al jalarlos activaban un timbre cuyo sonido le indicaba al chofer que debía detenerse «en la próxima parada». No faltaba el viajero que temiendo la escasez de oído o distracción del conductor (porque llegaba a suceder) no soltara «el cable» hasta escuchar el «crispado grito»
🗣: “dejen de colgarse del timbre”
Han pasado los años y en la mayor parte de la República los «urbanos» se han modernizado (suspensión neumática, asientos confortables, mayor espacio, etc.)….
¡Aaahhh!
¡pero qué lindos recuerdos de aquéllos «bandera verde» y «bandera roja”,
en ellos «gasté muy pocos zapatos», JA !
*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.
