Después de escribir sobre el “Bolero” en Varadero,
en mi viaje a la Habana ‘2015,
deseo referirme a las cuatro bebidas importantes en la Capital de la “Perla del Caribe”:
– el “Agua”
-el “Daiquirí” ,
-el “Mojito” y
-el “Café”.
Empezaré por decir que fui atendido gentilmente por Eva,
radicada en la Habana hace algunos años, quién me recibió en su casa como huésped además de ser mi “cicerone”
apoyada por su amigo Luis.
(Ella es una de las hijas de mi muy querida amiga Maruja Guerrero. Mejor conocida entre familiares y amigos como “Mari González”)
Comentaré que aunque pensé sería un día como cualquiera, no resultó así, Eva fue la mejor ”guía” que he tenido en mis visitas a la “Mayor de las Antillas”,
así como su mamá,
(he hablado de ella varias veces con gran cariño y admiración)
lo es en Madrid.
“De tal palo tal astilla”.
Nadie como Mari para explicar ilustrando y detallando gustosa, cada rincón de “los Madriles”.
Pues salimos al centro de la Capital cubana en el auto de Luis
quien, partiendo del “Casco Antiguo”, nos dejó para que comenzáramos a
“Gastar Zapatos”.
Eva me llevaba entre calles y callejones, saludando por doquier al sinnúmero de gente que conocía. No faltaba que se detuviera para decir un
-i“Hola”!
e intercambiar unas afectuosas palabras con sabor caribeño y acento español mezclado con el cubano.
Llegamos a una “Plaza” donde vendían “libros de segunda mano”; casi al frente se ubicaba una casona antigua con una puerta alta que a la entrada tenía un gran mostrador de madera con un botellón de loza para agua y atrás un vitrolero grande de cerámica para agua con llave dispensadora.
Un hombre agradable saludó efusivamente a Eva con un fuerte abrazo y…
¡A tomar agua, se ha dicho!,
mientras me narraba a detalle la
historia del agua salpicada de muchas y graciosas anécdotas;
del significado del H2O
(como si hablara sobre el mejor “Ron Cubano” de la Isla)
con ese tono tan simpático que no me quedó más que pensar:
este personaje, fácilmente, hubiera formado parte del elenco de la cómica serie de
“Tres Patines y La Tremenda Corte”
(“…El programa, he platicado, que se destacó precisamente por ese estilo de humor tradicional, el típico humor cubano de una etapa mucho más intelectual y muy rico en originalidad…”)
Después de aquel refrescante encuentro continuamos el
“recorrido por la Ciudad”
“Gastando Zapatos”
en el pavimento caliente de las antiguas calles habaneras.
Hasta que llegamos a
“El Floridita”,
(pasando por el famoso
“Centro Gallego”
aludido frecuentemente en el “programa de radio y Tv ”,
por “El Juez”, “Rudesindo Caldeiro y Escobiña” así como por la genial “Nananina”…)
“…bar y restaurante que funciona desde 1817 y se hizo mundialmente famoso gracias al escritor y periodista Ernest Hemingway, quien acostumbraba visitarlo con regularidad…”
Afuera observé el
“citytour habanero”,
que se realiza arriba de alguno de sus clásicos convertibles
cincuentosos o “almendrones”,
“considerado el símbolo cubano que va sobre ruedas…”
Entramos, y aunque el lugar estaba “a reventar”, Eva encontró quién nos colocara
(para nuestra fortuna)
junto a la escultura de bronce del escritor de “El Viejo y el Mar”.
Pedimos la bebida favorita de Don Ernest:
“…daiquirí sin azúcar y de gran tamaño: 118 ml de ron blanco metidos en una licuadora con hielo picado, jugo de limón, jugo de pomelo, y seis gotas de licor de cereza marrasquino…”
Nos tomamos algunas fotos y brindamos con la estatua a la cual nunca le pudimos sacar
ni media palabra ni una sonrisa,
tal vez porque como decía él:
“Me gusta escuchar. Aprendí mucho escuchando atentamente. La mayoría de la gente nunca escucha.” E.H.
Aun cuando ya había visitado “El Floridita”, esta fue la primera vez que tuve la oportunidad de conversar
i con el barman y los camareros !.
Seguimos caminando menos acalorados y Eva seguía sonriente saludando.
Tocó el turno al famosísimo restaurante
“La Bodeguita del Medio”.
Entramos por una puerta ancha anexa, que era el Bar, con su barra en forma de “U” donde había una buena cantidad de vasos que contenían, cada uno,
2 ramitas de yerbabuena con el tallo
(“se dice que es lo que le da frescura y aroma al ”MOJITO”…”)
esperando los demás ingredientes para preparar la tradicional “bebida”:
2 cdtas. de azúcar blanca granulada.
El jugo de la mitad de un limón.
2 partes de agua con gas (9 cl)
1 parte de ron Cubano 3 Años (4.5 cl).
Cubitos de hielo.
(nunca hielo frapé)
En primer lugar en el vaso con la yerbabuena se añade el jugo del limón, el azúcar granulada y se aplastan en el fondo. Luego se agregan el hielo, el ron y por último el agua con gas.
iListo a disfrutar! escuchando las melodías, acompañadas de una guitarra, que interpretaba un artista que portaba un sombrero tapizado de “pins” (adornos clavados). Como era de esperar Eva lo conocía y me lo presentó.
-“iAh mexicano!”
Me preguntó mi nombre e inmediatamente me compuso una rima
(en Veracruz le llamaríamos “décima”)
resaltando mi apelativo y
mi nacionalidad.
-“Estuve trabajando en la Ciudad de México, me dijo, en el restaurante “La Bodeguita” ubicado en la Calle Cozumel,
“Colonia Condesa”…”
(coincidencialmente a unas cuantas cuadras de la Calle Veracruz donde viví ocho años)
-“Sabe?”
-“iQué linda es la gente mexicana !”
En un papel que aún conservo, dejó escritos los versos que había compuesto y cantado al son de su guitarra.
(..una extensa copla, difícil de retener en la memoria)
Así salimos de “La Bodeguita”
“…pa’la tristeza una cerveza y
si estas solito UN MOJITO!”
Ya con hambre nos enfilamos a un bonito sitio en un antiguo edificio. Desde luego pedimos el
“Arroz Congrí”,
(“guiso insignia de la gastronomía cubana”)
seguido de otros platillos típicos sin faltar “el plátano cubano”,
ingrediente principal de esta cocina.
Continuamos “Gastando Zapatos” hasta detenernos en una clásica cafetería para tomarnos, de pie, un “café cubano”:
taza pequeña, sabor intenso.
Una bebida que surgió en la Isla cuando llegaron a ella las primeras cafeteras
para realizar ”espresso”
(importadas desde Italia)
las cuales son conocidas como “moka” o “italianas”.
De ahí a pocas cuadras está
“El Café-Museo”
(lugar moderno, con aire acondicionado, mesas)
dónde nos sentamos a disfrutar de otro café entre amenos relatos y explicaciones transmitidos por Eva.
Así fue como en un día pude saborear las bebidas características de la Habana:
iniciando con un sencillo vaso con “Agua” hasta finalizar con un aromático “Café”, pasando por el “Daiquirí” y el “Mojito”.
i Un sorprendente recorrido por La Habana con la hospitalidad, alegría y amabilidad que caracteriza a este Pueblo caribeño !
Así que :
“iCompleto Camagüey!”
(un “cubanismo” que significa
“todo ha acabado”, o
“el final de una tarea”.)
