Después de recorrer “la Costa Azul” desde San Remo, Italia, para luego transitar casi toda la “Riviera Francesa” hasta ”La Junquera”, Cataluña (situada junto a la frontera con Francia cerca del “Mar Mediterráneo”), ingresamos (Rafael, Toño, Octavio y yo) de Francia a España en el “Renault 4L” alias el “4 Latas”.
Ya en “Tierra de los Pirineos” continuamos a “Figueras, Gerona” donde nació en 1904, como he relatado: «Eugenio» Salvador Dalí (cantara el “Grupo Mecano”).
Encontramos un hotel que por cierto era muy raro en la conformación de sus habitaciones pues tenía:
4 cuartos con un baño y 4 diseños (ambientes) diferentes.
Sucedió que repentinamente Rafael se quejó de haberse enterrado una espina en la planta del pie, produciéndole un intenso dolor que casi le impedía caminar, por lo que Toño sugirió:
-“vamos al hotel, veo dónde está la espina y te la saco”.
-“Para éso, aconsejé, se puede utilizar mi navaja de “Albacete”…”
-“Como no tenemos alcohol, siguió Toño, utilizaría la loción que traigo.
-“¿Qué les pasa?”
contestó Rafael:
-¡No fastidien si no estamos en el “viejo oeste”!.
Pese a la reticencia de Rafael, Toño se puso “manos a la obra” con toalla de baño en mano, mi navaja desinfectada, su loción (misma que escurrió sobre el pie lastimado) sacándole no una espina sino tremenda astilla de árbol (que nunca se percató dónde se la enterró).
El hombre gritaba y Toño (al que Rafael había rebautizado como “El Duque”) con toda la delicadeza que podía le alivió el dolor después de aquella extracción.
Ya en tierras españolas y con “la peseta” devaluada (cómo mencioné) nos rendía mucho más el dinero permitiéndonos entrar a tascas, bares y ¡hasta restaurantes! (disfrutando con ello de las exquisiteces de la “cocina catalana”).
Recuerdo también que en Figueras visitamos el “Museo de Dalí”:
“Dalí guste o no guste ,no tiene punto medio. Es excéntrico, provocador, un docto en la escritura, pintura, grabado y escultura…”
Fue a esta polémica y controversial figura que mi amigo y compañero (en mi paso por la Agencia de Publicidad en CDMX “D.D.B.”), Aurelio Ceniceros (después de esperar más de un año) logró entrevistar concluyendo que “…valió la pena la espera, la ruta y lo que vio no lo dejó indiferente…”
Negro, delgado, encerado y con las puntas retorcidas, “el bigote de Salvador Dalí” es el elemento más famoso de su estilo y lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos su nombre.
Lo que es un hecho es ya fuera un genio o un artista estrafalario, el nombre de Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, conocido simplemente como Salvador Dalí es mágico y sigue siendo un ícono, considerado uno de los máximos representantes del “surrealismo”.
También participó activamente en trabajos de fotografía o cine, en solitario o en colaboración con otros grandes artistas como Alfred Hitchcock, Walt Disney o el español residente en México Luis Buñuel, “…ambos realizaron un “cortometraje” que se convirtió en una “película de culto” titulado “Un perro andaluz”.
Dalí llegó al mundo de la pintura a los 12 años, época en la que conoció “el impresionismo”.
Su existencia fue un volcán de idas y venidas, de altibajos, reuniones con amigos, encuentros con desconocidos… pero dos personas marcaron claramente su vida.
-En 1927 Pablo Picasso, dando paso al surrealismo liberado de la mente de Dalí.
-Y Gala su esposa y musa.
Con las excentricidades de Dalí a cuestas, continuamos por las Costas de Cataluña tocando Girona para dirigirnos a la “Costa Brava” bordeando:
“Playa De’Aro”, “Sant Feliu de Guixols”, “Lloret de Mar”, “Blanes”, “Mataró” hasta llegar a mediodía a “Barcelona” ó “Ciudad Condal”, donde realizamos un breve recorrido por la ciudad a la que Gaudí (cuyo nombre completo fue: Anton Placid Guillem Gaudí i Cornet) le dio un giro extraordinario con su Arquitectura. El legado de este sobresaliente personaje sigue más vivo que nunca; sin duda alguna Barcelona no sería la misma si Gaudí no hubiera existido; es difícil imaginarse la actualidad sin la huella indeleble de este ilustre catalán.
Como acabo de mencionar, por la premura de tiempo, nuestra visita a esta “Dinámica Metrópoli Catalana en el Mediterráneo” fue muy rápida pero suficiente para que “Gastáramos Zapatos” por la emblemática avenida de “Las Ramblas”.
Para mí quedó como asignatura pendiente el regresar con tiempo a Barcelona: Capital de Cataluña.
Entonces recordé un refrán catalán que mi papá decía:
“Barcelona es bona si la bossa sona”. (hace referencia a lo caro que sale disfrutar de la ciudad.)
Lustros después que tuve la oportunidad de regresar con más tiempo y menos apuros económicos, escuché lo que podría ser la continuación de aquella frase popular:
“Tant si sona com si no sona, Barcelona és bona”
por su gran riqueza cultural, histórica y arquitectónica …entre otras cualidades!
Me maravilló el mundo de “Gaudí” y esa frase que dice:
«La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz»
Seguimos nuestro camino en el flamante “4 latas”; salimos para Tarragona, Zaragoza y luego a Guadalajara entrando a Madrid por la madrugada. Esta vez yo iba manejando y ello tenía mucho significado para mí…
¡Ya les contaré la razón!
“Mil perfumes y mil colores, mil caras tiene Barcelona”
Joan Manuel Serrat
