¡Después de Tirteafuera, La Mancha a Madrid!

¡Después de Tirteafuera, La Mancha a Madrid!

Pasaban los días, semanas y meses viviendo con mi hermana Chata y su familia en Gandía, Valencia, cuando un día Tino mi cuñado me trajo un artículo sobre México en la Revista “Cambio 16” (“…la cabecera decana y multiplataforma de las revistas en España, fundada en 1971..”) donde se informaba que Mé”j”ico, poco después de restablecer “Relaciones Diplomáticas” con España en aquel 1977, participaría en la “Feria” que se presentaba en “El Parque del Retiro” en Madrid.

Al igual que mucha de “la prensa española” escribía Méjico con “J” afirmando que ésa era la forma correcta de redactarlo. (lo expliqué a detalle en mi “Gastando Zapatos “ titulado: 
“¿POR QUÉ MÉXICO CON «X»?”).

De ahí que Tino organizara un viaje a la Capital Española pernoctando antes por tres días (ya narré sobre ello en mi escrito anterior) en “Tirteafuera, La Mancha”, su tierra natal.

Llegamos a Madrid cuyos objetivos principales, según lo planeado por Tino, eran tres:
-“Visitar “La Feria de México” en “El Parque del Retiro”. 

Lo primero que me llamó la atención fue la “X” de la palabra MéXico que destacaba imponente en la fachada de la enorme construcción correspondiente al “estand” de mi País. 

En una pared del vestíbulo (“foyer”) se explicaba:
“Escribimos MéXico con “X” porque ustedes así nos lo enseñaron…”

“…Este cambio en la pronunciación fue acompañado por una alteración en la grafía que pasó de «x» a «j»:

redactándose en castellano antiguo: Don Quixote, Xavier o Ximénez, etc. …” “todos con X”

Según mi observación este suceso influyó para que, en lo sucesivo, la mayoría comenzara a escribir “MÉXICO” (con “X”) en vez de “MÉJICO” (con “J”); así también lo entendió mi cuñado. Una histórica lección, inclusive para aquellos que insistían en escribir MéJico. 

Para mí “La Feria” fue espectacular; pudimos (luego de muchos meses de estar lejos de “mi tierra”) comer algún platillo “estilo mexicano” ¡Si puessss!. ¡Todo un acontecimiento en la Capital! 

Después fuimos a visitar a sus amigos Madrileños “Los González” con los cuales convivían a menudo  ambas familias; relación que se inició mientras ambos (Tino y Manolo) trabajaban en la misma “Institución Bancaria” (el extinto “Banesto”).

Fue precisamente en ese encuentro donde conocí tanto a Mary la esposa, como a Reina la hija mayor de Manolo aflorando desde entonces una invaluable amistad.

A Mary (Maruja) en lo particular le he dedicado y mencionado en varios de mis artículos. 

Nos (Dolores y yo) alegramos  tanto de haberlas conocido y sobre todo conservar ese entrañable lazo a lo largo ya de 45 años. Fuimos Reina y yo a una importante exposición pictórica (valió la pena la interminable “cola” que hicimos para entrar).

Otro día fui con mi hermana y familia a su “piso”/“departamento” (que posteriormente venderían) donde vivieron antes de mudarse a Gandía, ubicado en una urbanización muy moderna llamada “Parque Lisboa”.

Además visitamos a una pariente de mi cuñado.

Recuerdo la rica comida que saboreamos en un restaurante por la zona de “Cuatro Caminos”. 

En ese entonces probé por primera vez, entre otros “platillos” la “salchicha de pollo”, algo muy extraño para mí. (Años después quise regresar a buscar el lugar pero, lamentablemente ¡Nunca pude dar con él!).

Fueron unos significativos días en “la Villa y Corte” (que siempre he agradecido) con Chata, Tino y mis dos sobrinos. Ellos regresaron a Gandía en su “Seat”, haciendo en el trayecto las acostumbradas “paradas

(qué ya expliqué) por esa carretera a Valencia.

Yo me quedé a dormir en el departamento de “Los González” para al siguiente día ir a la “Estación de Chanmartin” y tomar el tren a la Ciudad de Santander…

“Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de  Madrid…”
Joaquín Sabina

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