Este es el cuarto escrito de trenes.
Son los amigos que me contestan y motivan a seguir, en este caso continuando sobre el tema vías y ferrocarriles …
Estaba en Los Mochis, Sinaloa una mañana del año de 1995 con mucho calor y con el aire acondicionado me dio un enfriamiento en la espalda y así pasé un día con dolores y con Dolores ( mi esposa) también en compañía de mis compadres Laura y Tavo . Ahí nos encontrábamos, por la mañana antes de salir los rayos del sol, sentados los tres y yo de pie (por el dolor) entre los sillones del tren el «Chepe», Mochis – Ciudad de Chihuahua,
Con ese dolor tan fuerte (especie de lumbago) sintiendo que el tiempo transcurría lentamente me enteré que, no lejos de ahí, «EL CHEPE» pasaba a un costado de El Fuerte, luego empezaba a subir por los cañones Tarahumaras, no faltaba quien destacaba que en las curvas se podía ver gran parte del convoy y en un momento alguien comentó que observáramos al fondo de una barranca que allá a lo lejos estaba Batopilas, lugar famoso por sus minas, no hace mucho tiempo empezaba a posicionarse turísticamente. Mi amiga Sonia Estrada (que Dolores y yo le decimos «Soñia» como la nombraba, su entonces jefe griego Costas Panayoto, con quien convivimos años más tarde por cuestiones de trabajo recorriendo tierras de Chihuahua) pues Soñia siempre ha promocionado mucho ese lindo lugar, me contó que efectivamente Batopilas está al fondo de una de las Barrancas pero no por donde pasa el Chepe, está está atrás de otras montañas y se llega por carretera, la que va de Creel a Guachochi , después tomas una desviación a la derecha para llegar a un camino recién pavimentado que Soñia dice es la carretera más Panorámica de México, ahí hay un Hotel Boutique ( antigua hacienda restaurada ) lindo, de nombre «copper canyon lodges«, así me cuenta tantas historias de ese lugar con respecto a sus minas y siendo el segundo lugar que hubo corriente eléctrica después de la Ciudad de México …
El tren llevaba un vagón con doble piso y con ventanillas que daban la vuelta en el techo, ésto para convertirlos en vagones panorámicos y apreciar mejor el paisaje y poder ver mejor la Sierra Tarahumara, donde habitan Los Rarámuri, pero yo, como dije, no podía moverme y me lo impidió vivirlo.
Entre aprender y apreciar transcurrió una ¡hermosa travesía!
» Divisaderoooo «
Uuuui a descender de ese vagón, altísimo quedaba del suelo….. ahora era Divisadero, ahí en una vía alterna estaba un tren en sentido contrario.
Es importante saber que a las 6.00 am el tren sale de Mochis con dirección a Chihuahua y a las mismas 6.00 de la mañana sale el Chepe de Chihuahua con dirección a Mochis, los dos llegan a Divisadero en sentidos opuestos coincidiendo ahí para luego continuar su dirección, por ello pudiéramos decir que Divisadero es la mitad del camino!
¡Qué bonito viaje, nuevamente por tren, en el estado Grande de México! … ¡Chihuahua !.
Ahí estuvimos en el «hotel Divisadero» cuya propietaria, Sra. Ivonne Sandoval Almeida con quien años después nacería una amistad, Ivonne posteriormente fue la Directora de Turismo del Estado, tiempo en el que realizara yo el «Plan de Desarrollo Turístico de Chihuahua»- experiencia por demás interesante.
Curiosamente en este 2016 la Directora es otra Ivonne pero de apellido Barriga Márquez y más curioso es que su familia también tiene uno Hotel en Divisadero y también cuento con su amistad.
En el año 2013, asistiendo a un evento de TURISSTE en Chihuahua, viajamos a Creel por el «Ferrocarril el CHEPE»( que significa: Chihuahua-Pacífico ), último reducto de un tren de pasajeros en funciones (aparte de los turísticos como el de Tequila).
Pues también al despuntar el alba llegamos a esa estación linda al estilo de todas aquéllas que dan la imagen de la «Revolución», o sea con más de 100 años, evocando un ambiente histórico y nuevamente :
«Todos a Bordo «
Seis de la mañana…
Primeramente nos colocaron en un vagón de butacas muy cómodas, entiendo que gran parte del tren lo han traído de EUA. Posteriormente alguna persona con la responsabilidad de las relacionas públicas llegó a atender a el pequeño grupo y fue que nos pasó a un vagón preparado para «Sala de Juntas», con la tecnología y adelantos al día, ahí disfrutamos de un rico cafecito mientras aparecían los primeros rayos del «Astro Rey», contiguamente pasamos al «vagón final» con butacas estilo auditorio empezando en alto y terminando la última fila en el piso con toda comodidad y lo ultimo del vagón es un gran ventanal, donde sentado vas observando todo el paisaje y sintiendo el vaivén de las vías que va quedando atrás, ¡cómo si fueras al aire libre pero cubierto totalmente y climatizado para frío o calor!
Nos contaban que éstos son privados para los dueños, habiendo dado instrucciones para ponerlos a nuestro servicio en este viaje y así fuimos saliendo de la mancha urbana y empezamos a ver la vegetación norteña, para luego de cruzar unos túneles, las lomas vaqueras iniciaron, aparecían lo que llaman «los campos», grandes pero grandes extensiones de plantíos de manzana, fue así como transitando a un costado del «campo Guinness » el récord del más grande de manzana del mundo ….
Así llegamos a Ciudad Cuauhtémoc.
Nos cuentan que también va un vagón comedor y otro bar, no los conocimos por quedarnos en los dispuestos para nosotros, espero algún día regresar y disfrutar de ellos con esa bebida regional del «Sotol».
¡ Aaaah pues !
Los » campos » continuaban y como relata nuestra querida amiga Soñia Ex- Directora de Promoción Turística del Estado (¡para nosotros toda una institución y muy querida! )
….dice a la letra :
«tus ojos tendrán a su disposición las vistas infinitas y a tu olfato llegarán los aromas de la cocina donde las tortillas de harina debutarán con unos huevos con machaca o con chilorio de nuestros vecinos sinaloenses.»
tortillas que fácil rebasan los 50 cms., ¡qué delicia !
Y así llegamos a un llano, …..» una población netamente maderera y sacada de alguna película de esas del oeste, viendo salir el humo de sus chimeneas»…. la parte que se aproxima a Creel entre pinos y las coníferas con otro paisaje muy pintoresco.
» Creel » … Y a bajar de la mole de hierro (aquí te contaré una experiencia que viví cuando realice el Plan de Turismo Estatal y que relato en «La Guía ROS»)
..en la estación de Creel, atravesando varias vías, sale una calle pequeña pregunta por Doña Mary en fines de semana; es una casa particular que da servicio a parroquianos » ¡atrévete y toca la puerta!» abrirá alguien de la cocina.
De un lado verás (en un cocina más o menos moderna) al fuego las ollas dónde está cocinando Doña Mary el «mondongo norteño» (unión de dos platillos del centro del país):
«Pozole» ( maíz cacahuazintle o cacahuacintle ) y «Pancita» ( callos) ¡todo en un solo platillo!
¡AH! voltea y a un costado de la puerta está una estufa antigua de hierro forjado donde, a la leña, se está cocinando en una olla grande la pancita y el café.
¡UIIIII! ¡qué olor tan rico, con un calor y ambiente singular! al centro una mesa rectangular con unos platitos de cebolla picada, orégano, tostadas y unos «chiles de árbol» fritos…
¡»aromas y sabores norteños a tope»!.
Alrededor de esa mesa unos parroquianos ( casi todos con botas norteñas ) que se levantan y otros que se sientan, todos para disfrutar de la sazón de Doña Mary.
¡Sí! justo a unos pasos de esas vías que nos trajeron hasta El Cañón del Cobre, dicen los Geólogos que está conformación tiene 60 millones de años y ¡Cuatro veces VECES MÁS GRANDES y 1.5 más profundas que el famoso «Cañón del Colorado».
¡LAS BARRANCAS DEL COBRE!
Experiencias, vías y trenes que me han llevado por mi ocupación del TURISMO ….
uuuuuu uuuuuu
