Este 5, noche de Reyes !”

Este 5, noche de Reyes !”

Ya saqué mis “zapatos gastados” para limpiarlos, abrillantarlos y colocarlos con mi carta cerca del “Nacimiento” (“el Belén”) y ver lo que me “traerán” “Los Reyes Magos” el 6 de enero del 2020.
Una tradicional fecha que
(como yo)
muchos la esperamos ilusionados desde la infancia.

“Que crecer no signifique dejar de ser niños” es decir
conservar dentro de uno ese espíritu mágico que toca las fibras sensibles de cada ser humano.
A través de nuestra existencia
la vida nos presenta retos, problemas y sinsabores;
por ello hay que buscar equilibrarla (“restarle presión”)
recurriendo a esos “intangibles”,
a esos sueños y esperanzas capaces de mitigar las dificultades cotidianas.

De forma particular,
dado mi “desempeño” como “promotor de Turismo”,
enfoco esas sensaciones al plano de las “vivencias” que se experimentan al visitar algún “Destino”.
El asombro e impresión que queda en la memoria y en el corazón y del cual “echamos mano” cuando nos invade la nostalgia o el desazón.

Así siento la festividad de
“Los Santos Reyes”
como un “apapacho”,
(“abrazar o acariciar con el alma”)
que me remonta a lo vivido en mi niñez.

Siguiendo con esa celebración repetiré una anécdota expresada en anteriores escritos:
mi madre ya mayor continuaba esperándola con especial ilusión.
Salía acompañada de mi hermana Maruca
(“entrada la noche”)
en busca de los “Reyes Magos” para que,
“muy de mañana”
aparecieran en su “Nacimiento” cantidad de regalos
(destinados a todos, todos los miembros del “Clan familiar”).
No podía faltar, además de los obsequios,
la consabida “telefoneada” a cada uno de sus hijos
(sin importar la edad)
comunicándonos que pasáramos por lo que “los Reyes” nos
“habían dejado”.
Viviendo fuera de la ciudad nos era imposible asistir, pero en más de una ocasión Dolores, nuestros hijos y yo tuvimos la suerte de recogerlos el mismo día.
La huella que dejó su actitud y entusiasmo genera en mi una emoción que recuerdo cada 6 de enero, en que también por mi casa “pasan”
(a disfrutar de leche y galletas) esos “Tres esperados Personajes”.

Ciertamente que de aquel entonces a la fecha
(con mi constante caminar)
he “gastado muchos zapatos”, pero ha valido el recorrido todo lo que en ese andar he aprendido.
Los más gastados son nobles y no me quieren abandonar, aunque tengo unos nuevos que aún no he podido estrenar.
Pese a todas esas “rarezas” mis contemporáneos seguro me entenderán.
i Gustoso prestaría mis
“zapatos gastados”
pero este 5 de enero los pondré en el nacimiento
(como cada año)
para ver que me “traen” el 6 los inolvidables «Reyes Magos” !

”¿Por qué dejamos los zapatos en la noche de Reyes?”

“¿De qué se trata? “
“Según la historia dos compañeros de juegos del
“Niño Jesús”,
apenados de verlo descalzo, dispusieron regalarle sus zapatos.
Como los calzados estaban sucios, los niños decidieron lavarlos y ponerlos a secar afueras de sus casas. Al otro día los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces.
“Los Reyes Magos”
habían pasado aquella noche para premiar a los chicos por su buen gesto.

A partir de ese día, se hizo costumbre dejar los zapatos afuera para recibir a
los “Reyes Magos.”…”

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A través de una vida ligada al Turismo, a la Comunicación, a la Promoción y la Mercadotecnia hoy la tecnología me permite transmitirte, en diversos canales, los diferentes ámbitos de algunas de mis experiencias, ocurrencia, anécdotas, etc. por el mundo, tanto como turista como por estudioso del Turismo.

Es por ello que, con gran emoción, te presento a: «Gastando Zapatos», deseo disfrutes de mis escritos y me encantaria escuchar tus comentarios, ya sea a traves de este sitio web o alguna de mi redes sociales.

Turismo son experiencias !
“Viajar es conocer y conocer es vivir “
Tu amigo e incansable viajero…
Luis Eduardo Ros

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