Cuando mi padre decía:
«vamos a ir a tal o cual lugar», me entusiasmaba
¡se me abrían los ojos por conocer!
(para ese entonces no tenía ni diez años)…
es decir que desde pequeño siempre tuve la ilusión de llegar a ¡cualquier rincón desconocido!
Años más tarde cuando tenía 25 y uno de casado se nos, a Dolores y a mi, presentó la oportunidad de vivir en la ciudad de Gainesville en el estado de Florida (como he mencionado trabajé con mi primo hermano Miguel Ros S. en la que era su empresa «Manufacturera 3M»)
Estando en aquella ciudad de Estados Unidos de Norteamérica, recibí una llamada para atender una cita en Detroit, Michigan (hasta ese momento «Capital de la Industria Automotriz» en el mundo) un siguiente martes a las 9.00 am.
Llegando al aeropuerto, de Detroit, nos trasladamos a una oficina de «autos en renta» (si no mal recuerdo fue «AVIS») quien ofrecía:
«oferta de fin de semana con:
kilometraje ILIMITADO y seguros incluidos»
es decir de las 12:00 del día del viernes a las 12:00 del día del lunes (3 días)
y con ello empezó «nuestra aventura».
¡»Locuras de juventud»!:
ansias, espíritu e ilusión de andar y conocer, de Gastar Zapatos.
Metimos las maletas en la cajuela y arrancamos el viaje dirigiéndonos al sur: a Windsor, Canadá (por extraño que parezca en esa parte Canadá se localiza al sur de EUA) atravesamos unos túneles por debajo de la tierra y del agua y así cruzamos hacia el País de Canadá.
Después de detenernos en un «supermercado» a comprar «comida rápida» y bebidas continuamos nuestro camino por esas espléndidas autopistas en aquel 1980.
Luego de 15 horas de conducir llegamos a un «Holiday Inn» (apróx. las 3 am) para seguir nuestro viaje tres horas después (6:00 am).
Pasamos a un «7/ eleven» a tomar café con panecillos y….
millas después se hizo realidad uno de mis grandes sueños:
¡conocer » Las Cataratas del Niágara»!
¡No sólo las vimos, estuvimos debajo de ellas!
¡una experiencia inolvidable!
Al otro lado pudimos observar la ciudad de Búfalo, Capital del Estado de Nueva York (ahora si al sur de Canadá Ja!).
y…. a seguir consumiendo kilómetros (ya que se utiliza el sistema métrico decimal)
Para la tarde del sábado estábamos subidos en el «mirador de la Torre Nacional de Canadá»; después de esa visita nos esperaba un «merecido descanso» ya que continuaríamos al día siguiente (domingo) muy temprano para llegar a media mañana a Montreal, visitar «el estadio Olímpico de Montreal» ahí recuerdo haberle preguntado a un guía:
» si tuvieras 6 horas solamente en Montreal que visitarías?….
…comenzamos por la cima del «Mont Royal » («el sitio más emblemático de Montreal y es el equivalente al Central Park en Nueva York») donde pudimos observar toda la ciudad afrancesada («Francia en el Continente Americano») luego a subir nos al Metro, visitamos la «Catedral de Notre Dame» y después a comer una típica «sopa de cebolla» en un Restaurante francés (lindo y rico).
Luego… subir al auto para emprender el regreso pensando en la entrega del «Rent a Car» a las 12hrs del siguiente día (nos restaban 18 horas de recorrido) cruzamos por debajo a través de túneles y autopistas al centro de Toronto.
Debo aclarar que he tenido dos grandes inconvenientes al volante en carreteras:
a) NO me gusta conducir en carreteras y
b) si el copiloto se duerme me entra un sueño incontrolable
por lo que le pedía a Dolores, constantemente:
«no te duermas»
«platícame»
«cuéntame lo que sea» pero …
«que, sobretodo, no se durmiera» (peor que «tormento chino» me decía)
¡Cansadísimo regreso! El odómetro acumulaba kilómetros y el organismo resistía gracias a la adrenalina y a nuestra juventud. Conduje aquella tarde, la noche, la madrugada sin parar (solamente a cargar gasolina). Llegamos 15 minutos después de las 12 del día del lunes para entregar el auto y cumplir con la promoción de «tres días con kilómetros ilimitados».
La persona que recibió el coche al checar el kilometraje recorrido preguntó:
¿»Fueron a Nueva York el fin de semana»?
No exactamente respondí…
….¡fuimos a Montreal !
¿Quéééééé?
¡Qué locura!
¡éso es mucho más que ir de aquí a Nueva York!
Entregado el coche (con miles de kilómetros recorridos) nos fuimos al hotel, pedimos «servicio a cuarto» y a dormir hasta el otro día para asistir descansado a «la junta» (motivo del viaje a Detroit) el martes a las 9.00 am.
Cansados, muy cansados pero conocimos y conocimos, lo que nos motivó a que meses después regresáramos a la parte este del «País de la hoja de Maple».
En aquel entonces pensé:
«Pasarán los años y algún día contaré este viaje»…ahora llegó ese momento.
Esta fue una aventura en la que no se «gastaron tanto los Zapatos» como las llantas del vehículo.
«LA LOCURA ES EL ESTADO EN QUE LA FELICIDAD DEJA DE SER INALCANZABLE»: «Alicia en el País de las Maravillas»
¿Qué fueron a New York?… ¡Fuimos un poco más lejos a Montreal !… Canadá
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A través de una vida ligada al Turismo, a la Comunicación, a la Promoción y la Mercadotecnia hoy la tecnología me permite transmitirte, en diversos canales, los diferentes ámbitos de algunas de mis experiencias, ocurrencia, anécdotas, etc. por el mundo, tanto como turista como por estudioso del Turismo.
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Luis Eduardo Ros