Galicia …¡Allende los mares!

Galicia …¡Allende los mares!

…así que entramos a España por Galicia (tierra de algunos entrañables afectos) dirigiéndonos hasta Vigo. 

Ahí buscamos a un amigo, Isaac, que había vivido en la misma pensión que yo en la Ciudad de México. Un pintor de quién ya escribí en “Gastando Zapatos”.

Llegamos hasta su casa donde vivía con su mamá; lo primero que nos pidió, con su acostumbrada agilidad y energía fue que lo siguiéramos para mostrarnos “su taller” que estaba “bastante retirado” y

en lo alto de un estudio. 

Ahí pudimos apreciar su obra completa: desde el “óleo” tradicional, “cuerpos humanos”, “bodegones”, “paisajes”, “acuarelas”, transitando por “el modernismo”, “cubismo”, hasta mostrarnos lo que yo había conocido: “las tintas con expresiones abstractas”. 

Infinidad de cuadros sobre los que habíamos platicado “largo y tendido” en aquella “casa de huéspedes” ubicada en la “Colonia Noche Buena” (¡“Nápoles”!) de la Ciudad de México.

De ahí nos fuimos a la “Mejillonera” donde comimos (como dicen “allá”) “hasta ponernos morados” acompañados de un rico vino blanco gallego (“Albariño)”. 

Por lo que pudimos observar, la costumbre de ese restaurante era luego de comer los mejillones tirar al suelo la concha. 

O sea que se “Gastaban Zapatos” sobre el piso cubierto de caparazones de aquellos moluscos.

Esa noche nos hospedamos en Vigo y al día siguiente pasamos por Issac quien nos acompañaría a recorrer “Las Rías Bajas” y “Altas” de la “Comunidad Autónoma de Galicia” con sus cuatro provincias: 

Lugo, Pontevedra, Orense y La Coruña. 

La Coruña y Santiago de Compostela se han disputado ser la Capital de Galicia, quedándose con ese título Santiago. (aunque la Ciudad con mayor población es Vigo). 

Galicia entonces está bañada al oeste por el “Océano Atlántico” y al norte por el “Mar Cantábrico”. Destacan sus maravillosos paisajes verdes en sus campos y plateados en el mar, como sus bellísimas edificaciones que van desde las pintorescas viviendas tradicionales, hasta las más importantes joyas monumentales.

Con Isaac incluido continuamos los cuatro por esta zona “Gastando Neumáticos” en el “4 latas”.

Ahí en Vigo aprovechando que él conocía un buen taller mecánico, se le hizo un “autoservicio” al “Renault 4L” para poder seguir “metiéndole kilómetros”. 

Primeramente nos llevó a la frontera que mencioné  cruzamos al llegar:
“La Guardia” (“A Guarda”) para visitar el “Conjunto Histórico Monumental “Monte Santa Tecla”
“…sorprendente poblado celta situado en un maravillosos sitio con unas vistas magníficas donde se ve Portugal y la desembocadura del “Río Miño”…”

Debido a que ya escribí sobre Galicia ahora sólo ¡resaltaré los puntos más importantes del trayecto!

Tocamos Pontevedra para dirigirnos al norte de la Capital gallega: 
“Santiago de Compostela”. Admiramos su famosa “Catedral” un símbolo universal (“Bien de Interés Cultural”) digna de visitar por la historia que narran esas piedras.

Aparte de por su arquitectura y reliquias religiosas es muy interesante, como lo hicimos nosotros, entrar en la “Catedral” casi al final de un “acto religioso” para ver cómo los curas usan el “Botafumeiro”:

“…enorme incensario de latón recubierto de plata que columpian sobre la cabeza de los fieles…”

El refrán dice: 
“Todos los caminos conducen a Roma” 
yo lo aplicaría (guardada toda proporción) también al “Camino de Santiago”

“…que es todo un sistema de rutas donde “Gastan Zapatos” los turistas y peregrinos procedentes de todo el mundo para dirigirse a “Santiago de Compostela”, una ciudad que visitan con el fin de venerar los restos del apóstol Santiago el Mayor…”

Aunque he escuchado maravillas de esta experiencia, es una “asignatura pendiente” que tengo en mi “agenda”.

Continuamos a la Coruña, esa población ¡qué disfruta tanto y se divierte!. Entre todos sus monumentos destaca el que es el símbolo de esta Ciudad: la “Torre de Hércules”. El faro en funcionamiento más antiguo del mundo. 

Guiándonos hacia el norte visitamos “El Ferrol”:
“…Ciudad curtida en mil batallas; una sabia mezcla de cultura, elegancia urbana y poderío militar…”

De ahí seguimos por las “Rías Altas” bordeando el mar Cantábrico, hasta que nos detuvimos en un restaurante de “comida regional”. Mientras nosotros ordenábamos Issac fue al baño. En “el inter” nos trajeron “la comanda”. 

Fue ver aquello para que Isaac contrariado le reclamara al mesero en gallego: 
-“Estos platillos son para turistas”.
-“¡Soy gallego así que “pon en alto” el nombre de este lugar!”

No tardando el camarero cambió “el menú” por vasijas típicas conteniendo variados y muy ricos guisos de la región acompañados de un vino del “Ribeiro”, a lo que Isaac añadió:
-“¡Qué diferencia!”
-“¡Ahora si podré presumir nuestra exquisita gastronomía!”

“Buena comida, 
más buen vino, 
más buena compañía, 
dan como resultado:
¡Grandes Momentos!…”.

Esos “comelitones” los saboreamos en cada sitio ya que además Isaac sabía: 
dónde comer, qué y cómo pedir.

Terminando de rodear “La Costa Gallega”, nos encaminamos al sur para llegar a “Lugo”.

Asentada sobre un cerro a orillas del río Miño, mantiene importantes huellas de su pasado romano entre ellas su “Muralla”, la única en el mundo que conserva todo su perímetro (Declarada “Patrimonio de la Humanidad”).

-“El Museo Provincial”: 
“…que contiene los hallazgos de Lugo “La Ciudad Más Antigua de Galicia”, situado en el antiguo “Convento de San Francisco”. Expone entre otros fondos, lujosos mosaicos recuperados del olvido en los sótanos de la localidad…” 

-“La Escuela Politécnica Superior de Lugo” (un centro perteneciente a la “Universidad de Santiago de Compostela”).

Por ello, comentó Isaac, el buen ambiente estudiantil en “El Casco Antiguo” con su “zona de bares” y sabrosas comidas a precios accesibles entre estrechas calles de cuadrados de granito (adoquines).

Ahí pernoctamos para al otro día salir a Orense.

“….“Ourense” (en gallego). 
Ocho puentes cruzan aquí el río Miño 
(que en tiempos de los romanos era una mina de oro).
…Ahora ya no hay oro, pero sí unas aguas muy valiosas: 
las aguas termales…”

La catedral de Orense, del siglo XII, que alberga la ornamentada “Puerta del Paraíso”. El emblemático 

“Puente Romano” o “Puente Mayor” con sus arcos característicos, cruza el río Miño.

Aquí fue una rápida visita a la también llamada: “Ciudad del Agua”. 

Regresamos a Vigo a dejar a Issac. 

Fue todo un extraordinario circuito por Galicia recorriendo lo que en su momento escribió el cantautor Alberto Cortez (+) en su melodía “El abuelo”:

“…”y al tiempo al abuelo
lo vi en las aldeas,
lo vi en las montañas,
en cada mañana
y en cada leyenda,
por todas las sendas
que anduve de España.”

¡Porque como tantos!
…»construyó su vida
detrás de los mares,
allende Galicia».

“Nunca llovió que no escampara”
Equivale a: 
“después de la tormenta siempre viene la calma” o 
“no hay mal que cien años dure.”
“Uno de los dichos más característicos de Galicia”

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