Cursaba el segundo año de primaria (en 1962) cuando se efectuó el «Mundial de fútbol» en Santiago de Chile.
Lo que no recuerdo es ¿qué me motivó a recolectar «corcholatas» de la marca “Pascual”?….
(en «aquél entonces» los refrescos se cerraban herméticamente con un tapón metálico que en su interior llevaba un recubrimiento de corcho, de ahí el apelativo de “corcholata” cuya denominación varía dependiendo los diferentes países)
….¡AAhhh! es que la «marca», para aumentar sus ventas, sacó al mercado la promoción de que abajo del corcho iba el nombre de cada uno de los países participantes en ese «Mundial» a celebrarse en «el País más largo del mundo» . Yo como niño las rastreaba por doquier; para ello buscaba tomar la mayor cantidad de refrescos y entonces mi mamá se molestaba porque me los tenía prohibidos. Así es que recurría a mis hermanos que tampoco me podían ayudar ya que el dinero que tenían lo destinaban para otros menesteres. Por ello iba a las «tienditas» (abarrotes, misceláneas, etc.) a «rescatarlas» de los depósitos que tenían aquellos tradicionales «refrigeradores» y que «caían» cada vez que se destapaba una botella.
«A toda costa» buscaba tener el mayor número de tapas con el título de cada uno de los «Países participantes» (16 equipos en total)
Todo ese “trajín” que viví fue con el fin de intercambiarlas por un banderín blanco con los escudos estampados de cada equipo, los nombres de las naciones competidoras y el título de la entonces «Copa Mundial»:
«Jules Rimet»
(actualmente «Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA»)
…era rectangular con un cordoncito dorado en la parte superior para de ahí colgarlo. La parte inferior terminaba en triángulo donde aparecía el logo y nombre del refresco patrocinador; «banderín» que obtuve una vez conseguidas las 16 mencionadas «corcholatas».
Fue mi padre quien me llevó a canjearlas a la «Embotelladora Amieva»/refrescos «Pascual», cuyas enormes vidrieras permitían ver el proceso de esa industria refresquera.
(ubicada en la esquina de la calle 21 y avenida 5)
propiedad de Don Juan (Juanito) Amieva (+).
Al fondo de la misma avenida 5 se encontraba «la bodega» de donde salían los camiones repartidores del líquido; pues hasta ahí me llevó mi papá para que yo, entusiasmado y cargando en una bolsita el «valioso contenido», pudiera hacer el cambio por la ya descrita y ansiada presea.
Saludamos a “Juanito” amigo de mi hermano Chava (+) y también su compañero, en aquellos años, de la «escudería Go Karts”.
Llegué a casa con ese «pedazo de tela» que para mi representaba, a los 9 años, el gran logro obtenido después de mucha dedicación, esfuerzo e ilusión el cual me dejó como enseñanza de vida que:
“Las cosas que valen la pena, jamás son sencillas”.
El 30 de Mayo de aquel 1962 se transmitieron «los partidos de fútbol» por radio. Fue cuatro años después (1966) cuando se pudieron difundir por televisión.
Mi papá y yo no nos «despegábamos» del receptor para escuchar «los partidos» y desde luego mi recién obtenido banderín era igualmente un inseparable acompañante ¡JA!
México perdió dos partidos y ganó uno contra Checoslovaquia con marcador 3-1.
«Brasil y Checoslovaquia disputaron la final,
el resultado fue 3-1 a favor de Brasil….»
Fantasías de niño que vienen a mi mente en esta «Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018» … ¡sencillamente 56 años después!
Remembranzas más allá de un deporte, de un negocio o de un patear («profesionalmente») un balón…
“la ilusión de niño”
*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.