“La ciudad con cara ‪de las dos‬ Alemanias”:  ... Berlin. 

“La ciudad con cara ‪de las dos‬ Alemanias”:  … Berlin. 

Eran aproximadamente minutos antes de las 6.00 de la  mañana del 28 de diciembre del 1993 cuando bajábamos de un ferrocarril provenientes de París:
Toño Pérez (Q.e.p.d.) , Nora Croda, Dolores y yo.
Llegábamos a la estación de nombre “‪Bahnhof Berlin‬ Zoologischer Garte ” de Berlín misma que (como algunas en ese entonces en Europa y como tantas en la actual «Comunidad Europea») contaba con trenes de «larga» y «mediana» distancia, trenes «suburbanos» y «metro» todo localizado en un mismo punto pero en diferentes niveles.
¡Asombroso para ser del siglo pasado…. hoy tan común!
Ya estaba abierta la cafetería de la estación desde donde se alcanzaban a ver el famoso
«Zoológico» y el «Jardín Botánico» de esta ciudad, que un poco más de un lustro atrás había vuelto a ser capital ‪de las dos‬ Alemanias, entonces llamadas:
RFA (República Federal de Alemania)  y la
RDA (República Democrática Alemana)
¡divididas de 1945 hasta 1989/1990 !
A mi me hubiera gustado conocer (16 años atrás esa Alemania Oriental o Alemania del Este; entonces sólo conocí la Alemania Occidental con su capital  Bonn).
En este viaje encontramos una ciudad en completa reconstrucción:
muchas fachadas tapadas y encortinadas con los dibujos o pinturas, plasmados, del cómo lucirían ya reparadas.
Cantidad de edificios tanto gubernamentales como históricos que quedaron representados en las crónicas de las páginas de un sinnúmero de libros sobre la «Historia de la Segunda Guerra Mundial», al igual que otros que fueron escenarios de «filmes» de esa «guerra» (desarrollada entre 1939 a 1945).
Se podían ver innumerable grúas reedificando cúpulas semidestruidas resultado de los cruentos bombardeos.
 Las posteriores ocasiones en que he tenido oportunidad de estar en Berlín he sido testigo de la sorprendente recuperación de esta cosmopolita y ahora moderna capital cuyo símbolo es el oso negro.
…»gastamos y gastamos zapatos»
(después de hacer un recorrido en el “city tour”)
por los sitios que más nos interesaron..
Sin querer Toño olvidó en el «turibus» las «orejeras de conejo» que Nora le había prestado y que lamentó hasta que las pudo sustituir…
(anécdota, que a cualquiera nos hubiera sucedido, pero que en ese momento
¡nos causó mucha risa Ja!)
….lugares como:
«la Puerta de Brandenburgo»,
«Soviet War Memorial»,
«la Columna de la Victoria»,
«Fuhrerbunker»,
«St. Nicholas Church Museum»,
«City Palace», etc.
No podía faltar, desde luego, acudir a dónde estuvo el famoso “Muro de Berlín” (1961-1989)
consiguiendo souvenirs de pequeños pedacitos de la que fue considerada:
«una de las construcciones más agresivas y vergonzosas del siglo XX»..
De niño vi una serie de TV (blanco y negro) en el canal 4 los domingos denominada:
“Combate” tanto esos programas televisivos como las películas de cine me formaron una idea de locaciones y zonas… por lo que en esta ocasión en particular buscaba encontrar aquellas construcciones…
… ¡y al toparme con algo similar para mi fue genial!
Llegamos a un «restaurante» con diseño, mobiliario, colores,  puentes y todo ese tema del nazismo igual al que conservaba proyectado en mi memoria.
Papas, salchichas y cerveza típica haciendo presencia en nuestros platos.
«Gastamos Zapatos» caminando también por áreas donde se podían observar los vestigios de casas y edificios abandonados y señalados con la huella de la «guerra»; poder ver la marca del «genocidio» que lidereó Hitler a mediados del siglo pasado.
Una historia nada ajena a la ciudad que visitábamos la cual vivió dividida, por muchos años, de familiares y amigos.
Finalmente llegamos al museo más visitado de Berlín:
“Museo de Pérgamo “
La entrada, aunque es a través de un canal con agua, no es tan espectacular
pppeeeerooo al ingresar al «Museo» uno queda impresionado por:
su contenido, presentación y esplendor..
Recuerdo que en las afueras habían unos «vendedores informales» ofreciendo «souvenirs» de la «Segunda Guerra»:
boinas e insignias («bolcheviques» y «nazis») que lucían para su venta y las ofrecían como «auténticas» … conseguí una de aquellas gorra para mi «colección».
Siempre escuché a mi padre hablar del famoso “acero alemán” y a mi madre comentar sobre las «tijeritas alemanas»; así es que en la primera farmacia, cerca de la estación, adquirí unos «alicates para uñas».
25 años después los conservo y están como nuevos.
¡Qué razón tenían mis padres !
“Made in Germany”.
Como comenté: por razones de trabajo he regresado a esta ciudad y así mismo reitero la gran labor de restauración hecho por los germanos.
He recorrido y conocido más áreas y rincones de esta Capital admirando esa convivencia amigable entre lo antiguo y lo moderno aparte del bagaje histórico que ofrece Berlín:
¡la ciudad con cara ‪de las dos‬ ALEMANIAS !

*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.

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