Salí en febrero y regresé en diciembre de aquel 1977 iniciando, como he relatado, en Inglaterra y concluyendo en España; en el inter recorrí 20 países de la hoy “Comunidad Europea”.
Salí con el cabello corto y volví con el cabello “hasta los hombros”. Llegando a casa la primera orden de mi papá fue mandarme a la peluquería; ahí junté todo el cabello (producto de ese memorable viaje) que sirvió de relleno para una almohadita elaborada por mi mamá, que aún conservo.
El cabello me creció, pero lo más importante es que (“como dice el dicho”: “los viajes ilustran”), crecí en conocimientos, aprendizajes, experiencias y mucho más.
En lo emocional me dejó profundas (en plural) huellas: padecí agotamiento, toda clase de estrés pero también gocé al máximo cada momento compartido con familiares, con amigos o hasta con desconocidos.
Saboreé, cuando se podía, las gastronomías de los diferentes países donde “Gastábamos Zapatos”. Observé impresionado maravillosos paisajes, asombrosos “adelantos tecnológicos”, extrañas (para mi) costumbres. Reí, lloré, tuve hambre, miedo y frío, pero al final invariablemente fui recibido con los brazos abiertos por mis familiares y amigos, con la ilusión de despertar cada mañana para seguir soñando.
Me quedó claro que:
“Viajar es añadir VIDA a la Vida”.
En ese momento (1977) hice “TURISMO JUVENIL” “GASTANDO ZAPATOS”.
Con los años y sin proponérmelo entonces, me dedicaría a viajar intensamente trabajando y viviendo de esa prodigiosa actividad que es: “El Turismo”.
Con frecuencia me han preguntado cuál es el lugar más bonito que he conocido, a lo que invariablemente respondo:
-Trato de ver en cada País, en cada sitio, en cada destino el lado amable que me ofrecen sus atractivos, porque definitivamente son únicos.
De este viaje podría mencionar que por “raíces” España es y fue “mi lugar”….pppeeerrrrooo recorrí y conocí tanto, que tardé al principio meses y luego años en acomodar las piezas de lo que llamé un “rompecabezas” (puzzle) compuesto por 54 relatos (crónicas de gastando zapatos ) de aquellas imborrables memorias que he dividido en cuatro etapas:
A) nuestra estancia en “el Reino Unido”.
B) el recorrido en ferrocarril (época invernal) por los países del Norte y Centro de Europa.
C) el recorrido en auto (época de verano) por los países del Mediterráneo, Italia, Francia, Mónaco, España y Portugal.
D) Mi estancia en España.
Deseo (una vez más) mencionar que mi permanencia en este último tramo del viaje (de septiembre a diciembre) fue gracias al apoyo pecuniario de mi inseparable amigo y compañero de viaje (de febrero a agosto y en múltiples ocasiones aludido) Octavio, producto de sus ahorros laborales quien en sus remesas escribía:
-“ahí te mando eso. Disfruta por mí, lo que yo ya no pude”
Ya trabajando en mi País mi primer compromiso fue saldarle la cuenta con un profundo:
¡GRACIAS COMPADRE, HERMANO QUERIDO… AMIGO DE VERDAD!
Posteriormente “revelé” todos los rollos fotográficos cuyas imágenes he mostrado a lo largo de las narraciones de esta aventura.
Así mismo reitero mi agradecimiento a mis padres (QEPD) y a los hermanos que con su contribución hicieron posible la realización de aquel proyecto.
Mi constante agradecimiento al Creador por haber hecho posible esa mágica e inimaginable travesía.
Si tuviera que dar tres enseñanzas obtenidas, las resumiría en:
1. Aprendí el juego de: “Ni si, ni no, ni blanco, ni negro” “…Las cosas no son sólo blancas o negras a mi entender, no todo es un sí rotundo o un no contundente. Hay un sinfín de matices grises que no siempre son fáciles de entender o incluso aceptar…”
2. Conocí en vivo lo que es Europa y todo lo que significa…al paso de los años he constatado su impactante transformación.
3. Aprendí a querer más a mi País de origen: “Mi México …lindo y Querido”:
“Amamos la Patria no porque sea grande, sino porque es nuestra”
Séneca – Epístolas, 66, 26
En la última etapa de mi viaje en España fue cuando se llevó a cabo:
“…la solemne sesión de “apertura de las Cortes” en la que se reunieron conjuntamente el Congreso de Diputados y el Senado, en presencia del rey Juan Carlos…”
Una extraordinaria lección, estoy seguro, que no la hubiera recibido en ninguna aula universitaria.
En esos meses se efectuaron “Las elecciones generales de España de 1977, unos comicios de carácter histórico ya que constituyeron las primeras elecciones libres que se celebraban en el país… ”Las Cortes” resultantes de estos comicios son las que aprobaron poco después la Constitución de 1978…”
A raíz de ello tuve la suerte de intercambiar “puntos de vista” y escuchar controversias de todo tipo de ideologías, lo mismo de “Derechas” que de “Izquierdas”, de “Extremas Derechas” que de “Extremas Izquierdas”, así como otras tendencias.
El ser extranjero (“sin voz ni voto”) me permitía navegar, con respeto, en esos mares sin tener que marcar postura alguna. Lo mismo de Marcelino Camacho como de Blas Piñar, ¡oír de todo!, Discusiones, discrepancias, deliberaciones que invariablemente eran motivo de intensos “debates”.
Todo un aprendizajes “en situ” (escenarios reales) de la política española en aquel año “clave”….
“1977, el año fundacional”
“A las primeras elecciones libres después de la dictadura se llegó tras largas negociaciones. Adolfo Suárez tuvo el coraje de convocarlas y la izquierda de concurrir a ellas para aplacar los temores a una nueva confrontación violenta”
Joaquín Prieto
“La democracia, por encima de sus exigencias concretas y de sus modos técnicos de realización, es un estilo de vida, una forma de entender y actualizar la convivencia política, que se gana día a día por el trabajo ilusionado, el esfuerzo integrador, la voluntad de diálogo y la capacidad de compromiso”
Adolfo Suárez González – Presidente del Gobierno de España entre 1976 y 1981
Traje mucho equipaje y muchos kilos con “souvenirs” recuerdos tangibles, pero los principales recuerdos de aquel 1977, ¡fueron los que se lacraron en mi mente, en mi corazón y en mi alma!.
Eso resume lo que (como expresé renglones arriba) he tratado de expresar en estos 54 capítulos de este mi “primer viaje a Europa 1977”.
Recopilados en este mi IV libro de “Gastando Zapatos”.
¡Me queda claro que este viaje cambió el rol en la historia de mi vida!
Salir de casa ya en si es extraño, pero “Gastar Zapatos” por el mundo me hizo regresar con los zapatos maltratados pero con ¡el corazón henchido!.
Los siguientes años han sido de viajar y viajar con sus particulares logros y disfrutes, pero como aquel viaje… ¡ninguno!.
”Quien vuelve de un viaje, No es jamás la misma persona que ha partido”
Sabiduría China
