“Marquínez-Marquina-Martínez”... en Córdoba, Ver.

“Marquínez-Marquina-Martínez”… en Córdoba, Ver.

Tres familias … tres comercios en la Córdoba de mi niñez

Marquínez … “El Globo”.
Marquina … “El Cometa”.
Martínez … “Casa Martínez”.

Tenía como 6 años cuando mi madre me llevaba de la mano a la “casa de regalos”:
”El Globo”
(calle 9 entre avenidas 2 y 4
en Córdoba, Ver.
la tierra que me vio nacer)
atendido por su propietaria y amiga Doña Feliciana Moraza.
Una señora muy delgada con peculiaridades imborrables como su sonrisa, su acento español, sus lentes colgando de “un collar sujetador de anteojos”
(fue a quien le vi por primera vez este accesorio. Hoy es común)
¡ “Doña Feliciana”…era
“el alma de El Globo” !
(estaba con ella Adelita:
su inseparable colaboradora).
Ahí se podía encontrar cualquier regalo:
-“medallas religiosas”,
-“rosarios”, “velas alusivas”, “misales”, “biblias”,
-“mantillas”, “peinetas”, “pañuelos”, “abanicos españoles pintados a mano”, “castañuelas”, etc…
-Importaciones:
“cristalería”, “copas”, ”cubertería”, ”loza fina”, “figuras de porcelana” y hasta “Lladró” valenciano.
Decía mi Madre :
-“En “El Globo” siempre hay todo, de buen y delicado gusto.
i Ahhhh también vendían “raspados” o granizados” con jarabes de distinto sabores
(a mi gustaba el de ”grosella” muy rojo). Colocados dentro de un cubo de vidrio para mantenerlos siempre fríos.
“Raspados” le decíamos en Córdoba, pero “raspas” en Cd. Juárez según me cuenta Dolores.
(Véase liga de video de un típico vendedor ambulante de “raspados”) :
https://youtu.be/b8Y8lhMinD0
A cierta hora del día estaban listas para su venta las ricas
“palomitas de maíz”. Así mismo se vendían huevos
y “roscas de nata”,
(según me enteré elaboradas por la mamá de Genaro Schettino)
De igual forma “quesos de trenza”.
Supe que Toño
(uno de los hijos del matrimonio Marquínez y a quien ubico con su impecable guayabera blanca)
a sus casi 80 años los sigue haciendo y compartiendo con su familia.
i Me sorprendía lo surtido de ese comercio que lo mismo era: bonetería, sedería, que tienda de deportes (y lo antes descrito).
Don Tomás esposo de Doña Feliciana y a quien mis padres cariñosamente llamaban “Tomasín”,
observaba a los clientes y personas que entraban y salían. Auxiliaba “en lo que se ofrecía”:
quizá inflaba algún balón con aquellas “bombas de pistón”,
bajaba, almacenaba o ayudaba a acomodar la variada mercancía que había en el establecimiento.
Entiendo que estaban juntas la casa y abajo “El Globo”.
Existía una estrecha similitud dentro de los
Marquínez Moraza y
nosotros los Ros Martínez
ya que al ser contemporáneos los padres y algunos de los hijos se originó una amistad entre ambas familias.
Ellos fueron:
•Tomasín, “Médico Militar”,
•Julio (+) “Comerciante Zapatero”,
•Felix (+),
•José Antonio, “Constructor”,
•Maria de los Ángeles,
•Víctor,
•Lourdes- “Monja” (“Madre Superiora”),
•María de Jesús.
Actualmente, dadas “las vueltas de la vida”, hay menos Marquínez que Ros viviendo en Córdoba.
“El Globo” fue una empresa familiar ejemplo de esfuerzo y tenacidad que permanece en la memoria colectiva de los cordobeses de mediados del siglo pasado.

Otros días bajaba del auto de mi papá y, de su mano,
entraba a una casona antigua de techo de teja y vigas:
“El Cometa”
(Calle 7 entre las Avenidas 2 y 4,
coincidentemente, “a espaldas” de “El Globo”)
propiedad de Don Hermenegildo Marquina, viudo.
Mientras platicaban él y mi papá yo observaba “boquiabierto” todos los artículos deportivos que vendían:
“uniformes”, “guantes”, “bates” y “pelotas de béisbol ⚾”.
“Uniformes” y “balones de fútbol ⚽”, al igual que los “botines” ó “tacos”:
“…un calzado caracterizado por llevar unas protuberancias en la suela llamadas precisamente
“tacos”, “toperoles”, o “tapones”, que proveen mejor agarre al suelo evitando resbalar y así poder correr a mayor velocidad…”
Ahí vi por primera vez unos “guantes de portero” como los que usaría años después jugando “fútbol” en la posición de “guardameta”. Vi curioso unos pocos “balones de basquetbol 🏀” y los “zapatos deportivos” para practicar ese deporte:
“los tenis”👟.
También observé un “peto” de “cácher o receptor” en el deporte llamado “béisbol”.
Artículos para limpia botas “boleros”:
grasas, tintas, cremas, brochas, sin faltar los “cordones”, “cintas” o “agujetas”
(así denominadas en México) y
“cabetes” (en Veracruz).
Como españoles
(“los Marquina”
Don Hermenegildo y su hermano Don Ángel)
igualmente vendían alpargatas importadas de la Península Ibérica.
En una esquina de la tienda se exhibían escudos de “Equipos de Fútbol” y en una caja
i banderines !.
Don Hermenegildo tenía dos hijos :
Regelio y Ángel.
Posteriormente llegaría su hermana (la tía) Doña Julia quien lo apoyaría con el cuidado de los niños.
Al transcurrir del tiempo uno de ellos se aficionó a las motocicletas igual que mi hermano Rodrigo Alfredo de quien era amigo.
Una tienda con un olor peculiar que me gustaba mucho
(quizá el de madera combinada con el cuero de los productos que ofrecían)
a ciencia cierta no pudiera describirlo, sólo sé que me agradaba.
i Aromas que perduran desde la niñez !
Transcurridos los años
“le perdí la pista”a la familia “MARQUINA”.

… y en otra “salida” que dábamos mi mamá y yo al Centro
(por la Avenida 1 entre Calles 7 y 9)
nos deteníamos en la
“Casa Martínez”, de
Don Alfonso Martínez
(persona que a mis ojos siempre fue serio, conservador y muy trabajador)
y su “Tienda de Regalos” de:
“cristalería”, “guitarras”, “perfumes, lociones, cremas”
(entre ellas la prestigiosa
“ Helena Rubistein”).
Si mal no recuerdo allí trabajó por muchos años una dependienta de nombre Charo.
Contigua a “Casa Martínez” estaba la panadería “La Guadalajara” que posteriormente se mudó a
(la esquina de Calle 7 con Avenida 3). Ese cambio se me quedó muy grabado ya que era en ese expendio de pan donde mi hoy compadre Octavio tenía la encomienda de comprarlo para la casa de sus padres. Nuestro “grupo” aprovechábamos para ”acompañarlo”
(como he comentado amigos desde los 15 años)
después de hacer las “tareas escolares”.
Obviamente la bolsa de pan ya iba “algo mermada” cuando la recibía Doña Chofi (mamá de Octavio).
Don Alfonso tenía un hijo
(con su mismo nombre)
quien fue mi condiscípulo durante el “Bachillerato”. Se destacaba por su gran desempeño como “portero” de “futbolito rápido” en las “canchas de cemento”
(las de “básquetbol”).
En el “ámbito laboral” responsable y eficiente colaborador de la empresa líder a nivel mundial:
“Kimberly-Clark” en Orizaba, Ver.
Siempre formal y mesurado, después de varios años regresó a vivir a la casa que fuera de sus padres, la casa de su niñez.

Así es como recuerdo
i …desde hace apróximadamente 60 años !,
los negocios de los:
MARQUÍNEZ,
MARQUÍNA Y
MARTÍNEZ.

“Las manos de mamá y papá son el mejor lugar para crecer”
i…manos que conservo en mi corazón !

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