¡“Mejor cuéntame una de vaqueros”!

¡“Mejor cuéntame una de vaqueros”!

…recuerdo escuchar de pequeño
“cuando un niño decía algo a un adulto que a todas luces era mentira, éste le respondía:
«¡Ahora cuéntame una de vaqueros!»…”

…Las historias de vaqueros fueron muy populares desde fines del siglo XIX, pero más a principios del siglo XX. (A mí me tocó verlas en televisión “Blanco y Negro” en los años 50tas, y 60tas.) El héroe justiciero siempre ganaba, siempre salía victorioso… aunque el escritor tuviera que inventar milagros para rescatarlo de las situaciones tan difíciles en que se metía, a veces hasta le ponían balas de más en la pistola de seis tiros, lo hacían volar sobre barrancos, y más prodigios.

De ahí el dicho:
“¡Mejor cuéntame una de vaqueros!”
como :
“El llanero solitario”
(con su caballo “Plata”)
“Rin Tin Tin”
“ Lassie”
“El hombre del rifle” (protagonizada por Chuck Connors)
“La ley del Revólver” (“Sheriff” o “Marshall” Dillon)
“Bonanza”
“Roy Rogers”
“Infierno sobre ruedas”
“Hopalong Cassidy”
Y muchas más llamadas también
“…Western, que es el género cinematográfico más icónico de la Historia de EE. UU.
Las películas y “series” “de indios y vaqueros” no son solo una forma de entretenimiento que marcó una época, sino que definieron la Historia y los valores estadounidenses: como la lealtad, la lucha por llevar la ley y el orden a la frontera o la defensa de la civilización que marcaron a una generación”…”

Actores como el mencionado Chuck Connors que trascendió a la “pantalla grande” con películas como:
“Gerónimo”/“El último rebelde”
“…Historia de uno de los más célebres indios del oeste americano el jefe apache Gerónimo, quien declara la guerra contra los Estados Unidos cuando éstos rompen un pacto y sus tierras le son arrebatadas a él y a su tribu…”

“…Las series ya citadas eran violentas por definición, capaces de juntar héroes y villanos, aventura y tragedia, amor y muerte. A veces seguíamos al “sheriff”/“alguacil” que protegía su pueblo;
otras al “cazarrecompensas” que perseguía a los bandidos;
o al “ejército de caballería” que defendía un fuerte,
de los indios;
también a los colonos que recorrían el “Nuevo Continente” en caravanas y
a los empresarios ferroviarios que luchaban por seguir construyendo el camino de
su «caballo de hierro».
(“…algunas tribus indias bautizaron así a los primeros trenes que violaron el silencio de las praderas vírgenes…”).
Pero hay un “modelo de personaje” que define el género por encima de todos: el pistolero fuera de la ley; ése que atraca un banco
metiendo los billetes en las clásicas “alforjas”
(“…tira de cuero que formaba dos grandes bolsas en sus extremos y que se echaban a ambos lados de un caballo…”)
asalta un tren,
engaña en una “partida de cartas” en el bar,
o escapa de la horca en el último minuto.
Esos cabalgan solos, sin atender a nada ni a nadie…”

“Muy pocas películas, sin embargo, hacen justicia a las aventuras y experiencias reales que algunas mujeres vivieron.
Mucho antes del “Movimiento de Liberación de la Mujer” las heroínas del
“feminismo premoderno”
ya estaban encontrado en el cine del mítico “Oeste” oportunidades igualitarias.
Aunque el “Western” seguía siendo un género de hombres en los 50tas. y 60tas. hubo más mujeres,
no necesariamente “protagonistas”,
pero si en “papeles relevantes”…”

“…Al menos a primera vista, el género del “Western” era esencialmente masculino, protagonizado por machos que llevaron a cabo hazañas a veces increíbles en las que,
se pensaba, que la mujer solamente tenía cabida como elemento accesorio…”

Escenas de individuos con un revólver siempre en el cinto, algunos no se separaban de él incluso dormían o hasta tomaban el baño de tina sin perderlo de vista.

Normalmente dentro del “plató” se ubicaba como lugar importante la “Oficina del Sheriff”
(“…personaje que se encargaba de mantener la Ley y el orden en la población…”)
conocido como aquél que portaba una estrella
(“símbolo de protección”).
Incluía una celda carcelaria,
un armero con rifles junto a su escritorio,
sin faltar “las esposas” para apresar al facineroso de la película…

Qué decir de la demostración de:
sombrero tejano, pistolas, chalecos, caballos, espuelas de acero “chirriando”, desierto, cantimploras, una polvorienta calle principal,
“saloon”/“cantina”,
ranchos, diligencias…
Los bandoleros con pañuelos tapándose medio rostro.

En fin, variados episodios que de pequeño veía entretenido en la televisión o películas de la misma categoría, cuando asistía al cine.

“…Es cierto que las producciones de vaqueros y nativos americanos son un emblema de la cinematografía de Hollywood con “sets” principalmente en Arizona, California, Utah, Wyoming lugares donde se grabaron algunas de las mejores películas del Oeste de todos los tiempos; pero lo que no es tan conocido es que muchas de esos filmes se rodaron en el Estado de Durango, México.

Varias de las “cintas del Viejo Oeste” más aclamados de la historia forman parte del género
“Spaghetti Western”, un subgénero particular que se dio entre mediados de los años 60 y mitad de los 70…”
“…Eran producciones europea de muy bajo presupuesto en comparación con las norteamericanas. Fueron rodadas principalmente en Italia y en España, en lugar de en el “Lejano Oeste”…”

Ahora los “vaqueros” que vemos son esos pantalones de mezclilla que también les llaman “jeans” y si no…

¡Mejor cuéntame una de vaqueros!

“Algunas palabras pueden dar la sensación de que calientan tu corazón.
República es una de ellas”
“EL ÁLAMO” 1960

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