» Mexican Rice» … Dubái

Estaba en el Medio Oriente específicamente en un lugar desértico que hace pocos años el ser humano inventó, creó, desarrolló y ha logrado posicionarlo como una ciudad moderna, vanguardista, colosal en medio del desierto me refiero a: » Dubái».
Famosa por el cuidado en la implementación de técnicas y avances en su construcción, urbanización, medios de comunicación («Metro»), vías de carreteras y grandes avenidas con zonas verdes, hoteles en el mar («La Vela»/está considerado el único hotel de «7 estrellas» del mundo), unas islas artificiales «Islas Palm» (en forma de «palmera de dátil» construidas por el hombre,), gigantesca desalinizadora, las fuentes danzarinas conocidas como «Dubai Fountain» (las más grandes del mundo), rascacielos «Burj Khalifa» (el edificio más alto del mundo), «Burj Al Arab» (el cuarto hotel más alto del mundo), «el Bazar de Oro» más grande, etc. etc…..
Me cuenta el Arquitecto Manuel Miñón (amigo de la familia) que estudiando y trabajando en Barcelona tuvo la oportunidad de participar en la urbanización de ciertas zonas de Dubái; ¡vaya experiencia para Manuel! (diseñador y constructor de la casa donde actualmente radicamos en Xalapa).
En contraste con los impresionantes excesos ya mencionados Dubái carece, según yo, de aquéllo intangible que le sobra a las ciudades milenarias de resto del mundo: su historia….su «alma»
Nos encontrábamos allí (Alejandro Rojas Díaz Durán y yo) haciendo promoción de La Ciudad de México en una feria Turística catalogada como la mejor de la «Región del Mundo Árabe» (la que ahora se conoce como ATM/»Arabian Travel Market») que, como complemento sustancial, cuenta con «Emirates Airline» considerada, actualmente, una de las mejores aerolíneas del mundo…..
Durante la Feria sucedió un anécdota curioso y audaz con Alejandro ya que íbamos caminando por los pasillos del «Centro de Convenciones» cuando me dijo:
«¡Sígueme!»
y empezó a caminar a toda prisa.
Al tiempo que lo perdí pude observar una comitiva (guardaespaldas) a todo correr (con sus chilabas y turbantes) para dar alcance y proteger al Malik (Rey). De repente veo a Alejandro aproximarse a este personaje tratando de entregar su «tarjeta de presentación» pero, «más veloz que la luz», una de aquéllas manos se la arrebató sin permitir que lo alcanzara; sobre todas las circunstancias adversas Alejandro se aproximó haciéndole patente al monarca los saludos de México al Reino de los Emiratos Árabes Unidos demostrando con ello «que cuando uno quiere puede, el resto son excusas»…..
Luego Alejandro arregló para que pudiéramos hacer el «Paseo en Helicóptero» recorrer la ciudad y los puntos más importantes de sus alrededores:
¡Espectacular !
Se dice que:
“Quien no ve Dubái desde el aire no ha visto Dubái” y
“Sólo por ver Dubái desde el aire merece la pena venir a Dubái”.
En el buffet del restaurante del hotel pude leer:
«Mexicana Rice»:
arroz rojo con chícharos y zanahorias en cuadritos; inmediatamente investigué y resultó que en la cocina había un Chef mexicano.
Dubái había abierto sus puertas al mundo
para contratar personal de TODO el mundo
y poder ofrecer:
«Todo de todo el mundo».
Lo busqué, conversamos y al otro día, como un detalle especial, había preparado para mi desayuno unos «huevos a la mexicana» con «tortillas» y «frijoles».
Luego, como suelo hacerlo en cada viaje, busqué comida árabe (ya que trato de saborear los platillos típicos de cada lugar), y esta «cocina» en particular me agrada mucho.
Cabe resaltar que en Dubái importan el 90% de sus alimentos. Entrar a un «supermercado» es una experiencia única, ya que se observan productos de todo el orbe.
Así mismo en el «Centro Comercial» («mall») más extenso del mundo ver a las mujeres árabes/musulmanas entrar a «las tiendas de marca» para vestirse («de pies a cabeza») con la ropa más cara, joyas, perfumes y posteriormente salir total o parcialmente cubiertas con sus «burkas»… también es una sensación diferente.
Culturas y costumbres del Oriente Medio tan diferente al occidente del Planeta.
Observar en un medio de altas temperaturas el «Ski Dubái» «la pista de esquí indoor» más grande del mundo que se encuentra en el «Mallof the Emirates,»; «una atracción que imita un resort de montaña e incluso tiene colinas, pendientes y telesillas»….poder convivir con «jeques» en ¡un mundo tan contrastante!
Esta es otra de las experiencias que me ha aportado el hacer y vivir del Turismo y el seguir ¡»Gastando Zapatos»!
“No hay tierras extrañas. Quien viaja es el único extraño”. – Robert Louis Stevenson