¿Qué le «pediría» mañana 5 de enero a los «Reyes Magos» si tuviera 55 años menos?
¿»Pediría» lo que muchos niños quieren actualmente?
¿…»tabletas», «celulares», «videojuegos», «consolas de video», «computadoras personales», etc.?
Si lo pienso, entonces, pediría ya fuera un «balón de futbol» o cualquier juguete para salir y entretenerme con los demás vecinos de «la cuadra».
Actualmente se observan «pantalones de mezclilla» «rotos de las rodillas» (por mencionar la «zona» más común) que así vienen «de fábrica».
Hace años se rompían por el uso diario o por estar en el suelo jugando entre amigos a las canicas o algún otro pasatiempo. Mi mamá, como la de algunos otros, les ponía un «parche» para reforzar el área y que la prenda sirviera para más «usadas».
Si nos fijamos, actualmente, es curioso ver a algún niño o adolescente traer «enyesada» determinada parte del cuerpo
(brazos o piernas por citar las más recurrentes)
y por ello usar «muletas»…
(el famoso yeso servía, también, para que los amigos escribieran alguna «dedicatoria» o al menos el nombre);
…resultado de una brusca caída o excederse en los juegos de contacto.
¿A qué se deberá esta «evolución» en los esparcimientos?
Deduzco que a los arriba mencionados «juguetes electrónicos»
que con «el correr del tiempo» le fueron ganando terreno a la diversión en la calle ansiada por cada niño al llegar de la escuela; comer apresuradamente y de la misma forma «hacer la tarea escolar» para «pedir permiso» de «salir un poco» (horas que se «pasaban como agua») a relacionarse con los demás.
De más grandes esperar el «silbido identificativo» para, como bólidos, alcanzar la puerta y de ahí partir «al cielo abierto»
¡a vivir!.
Regresar raspado, cortado, golpeado, lastimado, con los pantalones rotos y quizá mojados ya cuando se escondía el sol.
¡Algunos jugando de noche «un partido» a la luz de la luna!
Aguardando el conocido «castigo» al llegar a casa, pero felices de aquella hazaña épica.
Con los años entró el «Nintendo» y esos videojuegos colocados en la TV. Tiempo después «los montables traga monedas» instalados en estanquillos adaptados para tal efecto; apareció luego la computadora y posteriormente el celular …
¡Y se acabó la calle!
¡»El barrio» quedó en la memoria …!
¡..la «inseguridad» «sentó sus reales» y no hubo «marcha atrás»… !
Ahora es común ver a jóvenes con una “muñequera” o algún aditamento ordenado por un «médico rehabilitador» o «médico del deporte» o por un «fisioterapeuta».
Es frecuente ver a personas, preferentemente, jóvenes portando «el audífono (gancho oreja) universal manos libres bluetooth, así como otra clase de accesorios para ir escuchando música u oyendo cualquier tipo de información o conversación.
«La tecnología» resultado de los «tiempos modernos» conlleva otros problemas diferentes a las fracturas de huesos de antaño en donde se lucía, como dije, firmas, gráficos, corazones traspasados o uno que otro dibujo simpático de «caritas».
Quienes pertenecemos a aquella generación sabemos la diferencia entre una época y la otra,
así como los beneficios e inconvenientes de cada una;
entre la alegría de los niños que jugábamos en la calle a «cielos abiertos»,
o la de los que deben permanecer bajo techo.
Entre «las caídas libres» Ja!
o las manos atrofiadas por el uso excesivo del celular o computadora.
¿Será una paradoja del mundo contemporáneo? :
¡“Más entretenimientos pero menos diversión”!
«Cuestión de enfoques. «Ca’ quien» dijera un amigo «q.e.p.d.»
El tema a destacar sería que siempre nos
¡conformábamos con lo que los «Santos Reyes» dejaban en casa!.
No había «caras largas», «berrinches», «exigencias» o «reclamos».
¡Era una fecha (365 días esperada) para festejar y así lo hacíamos!.
Mañana veré qué me dejaron los «Reyes»?
Me dará gusto recibir cualquier regalo, eso significará que pensaron en mi y
¡YO SERÉ FELIZ RECORDANDO MI NIÑEZ!
«Mañana es cinco de enero y hay que dormir, porque los Reyes Magos van a venir.»
*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.