…salimos de Asturias y entramos a Santander.
Hace años hubo una “campaña publicitaria” en televisión que decía:
-“¿Sabes dónde está Santander?…
¡Santander está en todo el mundo!” (refiriéndose al “Banco Santander” presente en todos los Continentes).
En 1977 (cuando realizamos este viaje) existía la “Provincia de Santander” que posteriormente cambiaría su nombre al de “Provincia de Cantabria”, así que conduciendo por la carretera costera llegamos a “San Vicente de la Barquera” donde cruzamos “… “El Puente de la Maza”: construido en piedra en el siglo XV. Considerado una de las obras más importantes de ingeniería del medievo. Atraviesa toda la “ría de San Vicente” dando acceso a la localidad. Mide más de medio kilómetro de longitud y tiene 32 ojos…”
“…”San Vicente…” Villa marinera y pescadora por excelencia; su Puerto fue y sigue siendo el corazón de su actividad y el más importante de la región…”
“…“El sabor de la mar en la mesa” es una frase que define con gran acierto a la cocina barquereña…”
Basada principalmente en los productos del mar, con pescados y mariscos de extraordinaria calidad, la gastronomía de este Puerto cuenta con una reconocida reputación y una amplia oferta de restaurantes que van desde un establecimiento con “dos estrellas Michelín” a diferentes “mesones” y “bares” en los que degustar raciones y tapas…”
Hoy es un sitio muy visitado por el turismo con un excelente “Parador” en el centro de la ciudad.
Luego conocimos otro Puerto, el de “Comillas” que al igual que “San Vicente “ se localizan en “la cornisa cantábrica”.
Por asociación de ideas recordé el nombre del trasatlántico “Marqués de Comillas” que siendo niño atracaba en el Puerto de Veracruz, México.
“Antonio López y López originario y primer “Marqués de Comillas” nació en ese muelle español ballenero, de donde debió huir a Cuba con solo catorce años…”
Pasamos por “Santillana Del Mar” para finalmente tocar “Santander” que está ubicada en el norte de España entre el mar y la montaña. Capital de la “Comunidad Autónoma de Cantabria”.
Ahí nos reunimos nuevamente con nuestro multicitado amigo español Rafael. Quedamos de juntarnos en Santander ya que en esa “Bahía” veraneaba su familia.
Lo primero que nos llevó a visitar fueron “las Playas del Sardinero” (”a un paso” de la casa que sus papás tenían allí) “Las playas del Sardinero” son las clásicas de Santander desde el Siglo XIX, conocidas antes como “la Caracola” (al menos la parte derecha de la misma).
“…con vistas excelentes de la Costa que rodea, resalta también el color amarillo dorado de su arena…”
A poca distancia está el “Paseo Marítimo” (justo encima), así como variedad de terrazas/restaurantes/hoteles/ hermosos jardines, excelentes y numerosas instalaciones, “chiringuitos”, descollando “El Gran Casino de El Sardinero”.
Volvíamos los 4 a abordar “el 4 Latas”, convirtiéndolo en un “4×4”…ja ja!!.
Nos dirigimos al “Real Palacio de la Magdalena”. El lugar más emblemático de la Ciudad, “la joya de la corona” de toda la Península. Tiene muchas atracciones para ver como botes y un pequeño zoológico.
La serie “Gran Hotel” está grabada en el “Palacio de la Magdalena” como escenario principal de sus exteriores.
Nuevamente estando acompañados por alguien que conocía muy bien el lugar comimos de manera extraordinaria con platillos de deliciosos pescados.
Al día siguiente seguimos conociendo esta ciudad.
Al oeste, el centro de la ciudad alberga la “Catedral de Santander” (“La catedral de la Asunción de Nuestra Señora”) “rezuma un aire de tranquilidad que merece sentirse”. Debajo de la Catedral se encuentra una
“…Preciosa cripta:
“La Iglesia del Santísimo Cristo”, con una imagen vívida del Salvador. Excavaciones en el suelo donde aparecen restos romanos de unas termas. Sillería y arcos góticos. El recogimiento que se desprende es arte…”
Cerca de ahí, está el “Paseo de Pereda”: rambla que recorre un lado de los “Jardines de Pereda”.
Aunque en esta ocasión no hubo oportunidad, fue meses después cuando varias veces “Gastando Zapatos” por esta emblemática y transitada calle declarada:
“Bien de Interés Cultural” en la categoría de “Conjunto Histórico”…”
El (ya mencionado) “Gran Casino del Sardinero” terminado a principios del siglo pasado es uno de los símbolos de la Ciudad. Magnífica construcción sencillamente impresionante; por la noche hay luces que iluminan el edificio y cambian de color cada pocos minutos Una vez dentro es extremadamente grande.
Acudimos al “Barrio Pesquero”: comúnmente se come bien en los bares aledaños y esta vez no fue la excepción.
Ya en Santander Rafael nos propuso ir a “Palencia” donde tenía una casona cerca de “Herrera de Pisuerga”.
-“Mis antepasados, comentó, son de “Palencia” con “P” de Paris” (recalcaba para evitar confusión con “Valencia”).
Al día siguiente que tomamos carretera en el mítico “Renault 4L” cruzamos “Torrelavega”, luego “Reinosa”, posteriormente “Aguilar de Campoo” hasta llegar a “Herrera de Pisuerga”.
«…Un pueblo acogedor típicamente castellano con su “Plaza” rodeada de soportales y restos de muralla parte de la “historia regional” que nos fue relatando Rafael, como los blasones esculpidos en piedra que emergían de algunas de sus viejas casas. Además del paisaje campestre, esta localidad tiene una experiencia qué compartir: “El Canal de Castilla”…”
Recordamos aquí una conversación que tuvimos (Rafael y yo cuando estábamos en Inglaterra) sobre el sentido del civismo, principalmente sobre “el orden” tan asimilado que tienen los ingleses.
Ponía de ejemplo los cántaros de leche en algún pueblo británico diciendo:
-“Están en perfecto orden y alineados”.
-“En mi tierra, agregaba, estarían todos por “ningún lado”
-“Aun así lo de ellos me parece enfadosamente “aburrido”, concluyó.
-¡Me gustó mucho “Herrera de Pisuerga” Un pueblo con mucho sabor y tradición!
Luego de aquella visita emprendimos el regreso al Puerto de Santander.
“Tú eres el que ha pasado,
el que ha llegado,
y el que vendrá.
Vende el árbol que queda
en la arboleda
de la verdad…”
Estrofa de la canción: “EL VENDEDOR” del extinto autor cántabro:
Juan Carlos Calderón
