Era el 18 de Febrero de 1977 y llegamos
(como comenté en mi anterior escrito)
a la tierra que vio nacer a Shakespeare en 1564.
“La poesía y las obras de teatro de William aún están entre las mejores de todos los tiempos, y su desempeño es inigualable en toda la historia de la “Lengua Inglesa”.
”…Hasta las personas que no son asiduas a la literatura clásica o al teatro, bien conocen el nombre de William Shakespeare
y más algunas de sus creaciones artísticas…:”
“Hamlet”, “Otelo: el moro de Venecia”, “Macbeth”, “El sueño de una noche de verano”, “Romeo y Julieta”, etc. etc.
“Profetizara uno de sus grandes contemporáneos, Ben Jonson:”
«Shakespeare ó
(“El bardo de Avon”)
no pertenece a una sola época sino a la eternidad»»
Así que llegamos a Stratford-upon-Avon,
cuya población actual es de
30,000 habitantes,
obviamente hace 43 años eran bastantes menos;
aún así contaba con TODOS los servicios necesarios para vivir con mucha comodidad.
La ciudad tiene el teatro “Royal Shakespeare Theatre” ubicado al margen occidental del Río Avon. Un salón de «una sola habitación» que permite a actores y público compartir el mismo espacio, como lo hicieron cuando se produjeron las piezas de “grand espectáculo” del dramaturgo, poeta y actor inglés por primera vez…”
Es uno de los principales 15 escenarios importantes del Reino Unido.
Justo a un costado del Río Avon se encontraba la “Escuela de Inglés”, donde la mayoría de los alumnos provenían de todos los rincones del mundo; unos para aprender y otros para perfeccionar este Idioma. Ahí estudiamos juntos Octavio y yo, pero vivíamos en diferentes casas.
En la primera casa donde residí coincidí con otro estudiante, mayor que yo de Barquisimeto, Venezuela. Estaba casado y recibía cassettes que le mandaba la esposa con los primeros balbuceos y lloridos de su hijita de pocos meses de nacida.
Los dueños de la “casa de asistencia” se llamaban Ann y John, (él se parecía a Peter Fonda)
La señora “land lady” acostumbraban a salir las noches de los miércoles y sábados.
Alguna vez que llegué a verlos juntos en un “Pub” (taberna)
me llamaron para decirme:
-“mira lo que estoy tomando” …iTequila!”
Tenían dos hijos pequeños a los que les llamaba la atención que me bañara
(en tina porque no había otra forma de hacerlo)
diariamente, al igual que lavar mi ropa interior y ponerla a secar en el radiador de mi recámara.
“La calefacción central” la apagaban a las 22.00 hrs. Después de ver que el siguiente “recibo de luz” reflejaba un aumento redujeron el horario a las 21.00 hs.
Luego me percaté que en los cuartos de la familia se mantenían encendidos los “calentadores”.
Para paliar un poco el frío tan tremendo que sentía
(después de que nos “cortaban” la calefacción)
dormía además de con la pijama, con pantalones y suéter, al igual que tenía una dotación de chocolates para mantener un mínimo de calorías.
Octavio y yo “quedamos” en evitar convivir fuera de clases para de ese modo esforzarnos en ensayar, en lo posible, la “lengua inglesa” (uno de los objetivos de nuestro viaje).
Yo trataba de irme a los “pubs”
(“…abreviación de “public house”, que en español significa “casa pública”; es un establecimiento donde se sirven bebidas alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios…”)
…por la tarde/noche con el fin de poner en práctica lo aprendido en la escuela ese día.
“Ensayo-error”.
Mi poco vocabulario era en “inglés norteamericano”, así que al querer entablar una plática me preguntaban:
-Qué dices?
– i Ah estás hablando en
“American-English” !
(“Inglés americano”)
-“Tienes que pronunciar en
“English-English”
(Inglés-Inglés)
para que te entendamos…”
i Uffff !
Entonces tenía que vocalizar
(dijeran ahora “si ó si”)
como me señalaban.
Escuchaba y luego
repetía tratando de aplicar la gramática y pronunciación “correcta”. Afortunadamente no me daba pena y como podía lograba comunicarme.
i Así el “pub” era la extensión de la escuela. Ja!!!
Al cabo de varios días me avisaron que había una recámara disponible en la casa que seleccioné inicialmente:
la familia se apellidaba Mellor.
Me gustó la habitación que me asignaron porque, además, tenía dentro un lavabo.
Transcurridas algunas semanas hablaba y entendía mejor “el inglés”, aunque no faltó algún día que dialogando en la “sobremesa” con la señora Mellor me di cuenta, después de una “prolongada charla”, que ella me comentaba del clima y yo conversaba de la sopa !!!…ja ja ja
En esa casa estaba un compañero iraní cuyo inglés era prácticamente nulo y claro que al escucharme charlar con tanta
“seguridad y fluidez”
asombrado me decía:
-“Yo me sentiré satisfecho si hablo como tú cuando me vaya de Inglaterra”.
“Un estudiante nunca olvida una palabra de aliento cuando se da con sincero respeto y admiración.”
Procuraba aprovechar cualquier oportunidad de platicar y practicar, sólo me faltaba hablar con el espejo, y no lo hacía porque faltaba quién me corrigiera
i Ja ja ja !
Esta segunda casa donde me mudé, estaba ubicada frente
a la
“…”Iglesia de la Santísima Trinidad” (en inglés: Church of the Holy Trinity). A menudo se la conoce simplemente como la “Iglesia de Shakespeare”, debido a ser el lugar del bautismo y entierro de William Shakespeare…”
Mi habitación daba justo frente a la “Iglesia”, del otro lado estaba el famoso “Río Avon”.
Para ir a la escuela caminaba apróx. 900 mts. por la calle a la orilla del Río. En las mañanas había un encuentro en un auditorio (junto a la dirección)
donde se veía Tv. Era una verdadera “Torre de Babel”
(“… edificación clave en la Biblia, lo es también para el inicio de la difusión de lenguas en medio de un mar de confusión y el fenómeno llamado comunicación”…)
donde se hablaban todos los idiomas menos el que era obligatorio:
“La ingeniosa lengua de Shakespeare”
Lo más emocionante para muchos era, muy temprano al llegar buscar en la canasta donde se depositaba la correspondencia, ver si habían llegado las tan esperadas “cartas”.
Para mí era muy importante buscar la de mi novia, la cual traía en cada misiva un pétalo de rosa. Refiriéndose a la canción del cantautor Alberto Cortes (+):
“te llegará una rosa cada día”.
Mensaje que a distancia cobraba mayor significado.
Se escuchaba el timbre …
…y a entrar a clases!
“Love all, trust a few, do wrong to none”
(“Ama a todos, confía en pocos, no hagas daño a nadie”)
William Shakespeare