Caminando por barrios de diversión entre bares y cabarets pasamos por el
“Moulin Rouge” (“Molino Rojo”)
“…Aunque de su aspecto original solo se conservan las aspas, el “Molino Rojo” es símbolo de la “Belle Époque” y de la “bohemia de Montmartre”. Es el cabaret más famoso de París, tal vez de todo el mundo. Desde las imágenes de los carteles creados por Toulouse-Lautrec hasta el mundialmente conocido cancán “el French Cancan”.
(un energético baile donde las bailarinas se disponían en fila y lanzaban reveladoras patadas al aire).
El embrujo del “Moulin Rouge” consigue que todo el mundo tenga ganas de ver lo que hay tras esas puertas…”
(Octavio y yo fuimos de los que nos quedamos con las ganas, ya que nuestro bolsillo “no dio pa’más”…❗)
Es una leyenda viva y son más de medio millón de turistas los que visitan cada año este monumento parisino…”
Por “x ó y” “a la fecha” no he regresado a ese emblemático cabaret por ende lo desconozco por dentro como me hubiera gustado en ese momento. Solo conservo las imágenes vistas en películas o videos.
Entrada la noche regresamos vía “Metro” a dormir a la “chambre”
Ese “Metro” que tiene o tenía un aroma muy particular, diferente al de Londres en el que habíamos circulado días antes.
Ya con la vivencia que tuvimos en la cafetería, desayunamos en “la barra” café con el clásico e internacional “croissant francés“, para iniciar nuestro recorrido por aquellas “rues francesas” en lugar de las “streets inglesas”
(una gran disparidad entre un País y otro). Escuchábamos el “ulular” de las ambulancias o patrullas transitando por las calles a “toda velocidad”. Volvíamos a oír “los cláxones latinos” que, como narré no se escuchaban en
i La Gran Bretaña !
Seguimos “Gastando Zapatos” hasta llegar a:
“…El (mundialmente famoso) “Museo del Louvre”, que abrió sus puertas hace 225 años.
“Un libro de arte es un museo sin paredes”
André Malraux
Entre otras obras estuve frente a la “Mona Lisa” considerada “la obra de arte más famosa de la tierra“ Hay visitantes que suelen quedarse sorprendidos la primera vez que lo ven ya que en realidad es un cuadro bastante pequeño que mide 77 x 53 cms…”
Después de varias horas de recorrido salimos de aquel enorme recinto para dirigirnos al “Jardín de Luxemburgo”.
“Una de las imágenes más agradables que me llevo de París. Los niños y no tan niños agolpándose en torno al lago para hacer navegar sus pequeños barquitos…”
Continuamos caminando hasta “El obelisco de Lúxor” situado en el centro de la “Plaza de la Concordia” donde termina la avenida de “Los Campos Elíseos”, principal calle de París que mide 1910 metros de longitud e inicia en “el Arco de Triunfo”. “Los Campos Elíseos” han sido desde siempre el escenario perfecto para los grandes festejos, desfiles nacionales y eventos deportivos como la final del “Tour de Francia”…”
Luego de rodear “El Arco del Triunfo” buscamos la calle que nos llevaría a la también multifotografiada “Torre Eiffel”; cerca el “Campo de Marte” ofreciéndonos un momento para relajarnos y pasear por su extenso parque (hacer “día de campo” o “pic-nic”).
En el lado del “Palacio de Chaillot” está la explanada del “Trocadero”,
(donde vimos en unas largas rampas de madera a jóvenes haciendo “piruetas” y “malabares” con sus “patinetas). Para unas vistas despejadas con el Sena en primer plano,nos dirigimos al “Puente de Bir-Hakeim”, donde se encuentra asimismo la estatua de la “Francia Renaciente”…”
En Fin la “Torre Eiffel” construida para que constituyese una de las principales atracciones de la “Exposición Universal de París” en 1889, es el monumento más famoso de la Ciudad y símbolo de la capital francesa.
“Gastando Zapatos” y sin rumbo fijo llegamos a la zona de “La Opera”.
Con el afán de conocer al máximo en momentos tratábamos de caminar un poco “a la deriva” y ello nos daba sorpresas como observar tantos “museos”, “estatuas”, “mausoleos”…
Veíamos las típicas fruterías exhibiendo su gustosa mercancía en las aceras al igual que lindos puestos de flores o los “quioscos de hierro forjado” vendiendo revistas.
Al atravesar las calles pude observar algo que me llamó la atención para aquella época:
los semáforos tenían, además de sus propias luces,
un par más (verde y roja) en el mismo poste a la altura de la vista del conductor con el fin de facilitar la fluidez en la circulación de los vehículos.
Gran cantidad de autos de marcas francesa :
i“Citroën”, “Renault” y “Peugeot”!
Todo ello en en el País del vino,de los perfumes, de la moda, de las crepas …
aunque, para mi mala suerte,
no pude ver las “papas a la francesa” que había imaginado Ja!
Entramos en una tienda departamental “las Galerías Lafayette”,
(uno de los principales almacenes de la Capital francesa) ahí compré (a mitad de precio) un traje de baño verde el que metí en la maleta esperando la temporada de calor y playa para estrenarlo.
Finalmente acudimos a la “Gare du Nord” para trasladarnos a la “Gare de Lyon”
(El edificio se caracteriza por su
“torre del reloj”) y desde ahí decirle:
“au revoir”(“adiós”) a Paris y tomar el tren que nos conduciría a España.
“Atribuida a Enrique de Borbón o de Navarra”:
¡ “París bien vale una misa” !
(es útil renunciar a algo, aunque sea aparentemente muy valioso, para obtener lo que realmente se desea)
“…Por ésto y por muchas cosas más si tienen la oportunidad de tomar un vuelo a la Capital francesa, háganlo;
de lo contrario sólo les quedará presente el mítico diálogo entre Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, en “una importante escena” de la película “Casablanca”:
“…Siempre nos quedará Paris…“
