"Andrés Carne de Res"... Bogotá

«Andrés Carne de Res»… Bogotá

Cuando escribí sobre un restaurante de la ciudad de México, que solía visitar con mis padres desde 1959, no faltó quien me preguntara:
«¿ya te llegaron al precio?»
(es decir que si lo mencionaba por un interés pecuniario)
¡pues todavía NO!
..y tampoco ahora que me extenderé en relatar mi experiencia sobre el más excéntrico y extraño «restaurante en el mundo», establecido en Colombia en el año de 1982.
(algo tendrá cuando figura en el listado «The World 50 Best Latinamérica»)
En mi primer viaje a la Capital colombiana (para dar un «seminario del Turismo en Bogotá») varias personas del medio, y oriundos de allá, me insistieron en que no me podía regresar sin conocer:
«Andres carne de Res».
Del hotel en donde me había hospedado tomamos un taxi para cumplir con tal «recomendación». El coche era pequeño, llovía a «cántaros», tráfico tremendo (anochecía), íbamos con rumbo a Chía (un lugar ubicado a 35 kms.), por ello a medio camino empezaron los cuestionamientos y comentarios:
¿No hay otro restaurante más cerca?
¿Por qué venir hasta acá?
¿Por qué pasar tantas incomodidades?
¿Habrá por ahí una arepa ?…
El camino estuvo plagado de quejosos comentarios…
..¡hasta que finalmente llegamos a «nuestro destino»!
Aparecieron unos foquitos que pendían de los árboles, los que aumentaban su brillo a medida que nos acercábamos exhibiendo un letrero con el nombre de:
«Andrés carne de Res».
(en «aquel entonces» el primero de los restaurantes con ese nombre).
Todos «maltrechos» llegamos a nuestro destino.
«De entrada» nos dieron la bienvenida con un tequila y un gran canasto de fresas grandes, «cortesía de la casa»; en ese momento evoqué, lo que años atrás había aprendido, que el significado de «restaurante» es:
«RESTAURAR ya sea el hambre o la sed contenida».
También recordé que hubo «una cadena de restaurantes» en México, «Anderson’s», donde al entrar invitaban un plato con zanahorias, jícamas, pepinos frescos y un rico aderezo.
El entonces «Director de la organización» comentó en una conferencia que tal recibimiento tenía como objetivo reparar el estrés que ocasionaba la espera de los comensales hasta llegar a «su mesa».
Los estadounidenses sirven un vaso con agua lleno de hielo, «sudando frío», para calmar la sed.
«Andrés Carne de Res» lo hace en su «propio estilo».
Una vez adentro los ojos empiezan a «ponerse en órbita»
(¡no sabe uno ni para dónde, ni qué mirar!).
Un montón de objetos expuestos: colgando del techo, pegados a paredes, pendientes de un postes o columnas, divisiones que se han dado con el tiempo y caprichosamente se han convertido en áreas, salones abiertos, espacios para bailar, ahí está cualquier cacharro por extraño o común que pueda parecer tanto viejos como modernos. Seguramente que aquellos «ropavejeros» (de mi época de niño) «se darían vuelo» surtiendo el local de Andrés Jaramillo (propietario y precursor de todo este «consorcio» que es hoy en día ¡»ícono de Colombia»!
“¡Imperdible para ir con niños a «Andrés Carne de Res» en Chía!
Pueden interactuar haciendo sus porpias artesanías, carpintería , pintura sobre camisetas, máscaras, y muchas actividades más!»
….»por ahí me enteré» que vivió varios años en Guadalajara Jalisco (dato no corroborado) mismos que dejaron «honda huella» en su proyecto comercial. De lo que estoy seguro es que Andrés posee una inagotable creatividad, esfuerzo y audacia que lo han colocado en el lugar privilegiado que ocupa actualmente.
Años más tarde cuando «abrió» la sucursal del centro de Bogotá:
«Andrés Carne de Res D.C.»,
me invitó un tequila (en un espacio, enseguida de un piano blanco, donde atiende y convive) destilado especialmente para él, aunque «el restaurante» tiene su propio tequila importado de Jalisco, y me dijo:
«vas a beber un tequila que nunca antes has probado».
En nuestra entrevista me obsequió una botella de su tequila, ésa una verdadera reserva del patrón, también me regaló «una palm» (lo de moda en ese momento) la diferencia es que ésta era la típica libretita pequeña de piel colombiana que cabe en la palma de la mano diciéndome:
«esta palm con pluma no te fallará»
(aún la conservo tal y como me la obsequió).
También me comentó que acababa de regresar de Guadalajara y que además del tequila, había comprado una «buena cantidad» (muchísimos) vasos, copas y «caballitos de Tlaquepaque» de «vidrio soplado» transparentes y filo azul….típicos de allá.
Yo había ido con un colaborador de «El Tiempo» (importante medio de comunicación en Colombia-periódico, tv, revistas, etc.) amigo de Andrés, con el propósito de proponerle que exportara «su marca» a México y se instalara en la «plaza Garibaldi» (existía un empresario y dueño de local interesado en asociarse) a Andrés le agradó la idea, pero «la negociación no se concretó».
Al verlo con su atuendo bohemio (llevaba una corbata con el nudo a medias) le pregunté si el significado de «D.C.»
después de «Andrés Carne de Res» era:
(uno de los que se conocía por «vox populi»)
a) «Distrito Capital» (por su localización)
b) «De Corazón» (por su logo y lema)
c) «De Corbata» porque ahora llegaban ejecutivos vestidos con traje.
(además de la que él traía despreocupadamente colgada al cuello).
Sólo se limitó a contestar :
«Qué la gente le dé la interpretación que guste» … ¡pero que venga aquí.!
Hoy jueves por la noche, decía, espero más de 1,000 personas y allá arriba, en Chía, más de 1,600 personas, así varios días de la semana.
«…mejor definirlo como un trasatlántico de tierra donde 400 empleados atienden a miles de pasajeros. Y lo que es más meritorio, a partir de recetas populares colombianas que están bastante buenas.
Los camareros/as, que en su mayoría son estudiantes, bailan en cualquier momento. A su lado, actores profesionales y grupos musicales que animan el ambiente. Al primer golpe de vista, un local caótico donde personal y clientes se apretujan en el tránsito. Sin embargo, todo está calculado al milímetro…»
Visitar cualquier rincón es una experiencia en el D.C.
«…son varios pisos que van desde el «infierno», pasando por el «purgatorio» y el «limbo», hasta el «cielo»…
Hoy en día a este Andrés Jaramillo, muchos le llaman el «Rey Midas».
En mi reciente visita a Bogotá vi un nuevo concepto en su marca:
«Andrés Carne de Res, Express»
que ahora se encuentran «regados» por toda la ciudad, por supuesto en los centros comerciales.
¡Comida rápida en su «propio estilo», éxito nuevamente!.
Me enteré que «Andres Carne de Res» estuvo, temporalmente, en Acapulco, México durante la «Semana Santa» de este 2017.
….y bueno en mi próximo viaje a Bogotá me daré a la tarea de buscar algún amigo de la infancia que no he visto, que quizá se portó mal y se lo llevó algún «ropavejero»; tal ves lo pueda rescatar de entre todos esos cacharros que adornan algún rincón de:
«Andrés Carne de Res».

*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.

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