Impartiendo unos seminarios y realizando un estudio turístico, en la isla de Margarita, en el estado de Nueva Esparza en Venezuela, me encontré con el único centro de «Thalassoterápia» de Sudamérica, donde se ofrecen variados tratamientos corporales, piscina con agua de mar y bañera en las habitaciones también con agua de mar.
Esta se localiza aproximadamente a 1 kilómetro de mar, y se lleva por tuberías subterráneas hasta las instalaciones. Pude sentir el chorro de agua salada tanto en un tratamiento realizado en una cabina especializada, como los chorros que llegan a la alberca de este sitio. Ciertamente, el estrés con el que cargaba desapareció, yo pensaba que era un tema psicológico pero me aseguraron que esta basado en conceptos fisoterapeuticos. El resultado simplemente fue genial, aunque debo de reconocer que esta manejado con una excelente mercadotecnia.