Con el “Porrón” o con la “Bota” ...”el vino en la boca”

Con el “Porrón” o con la “Bota” …”el vino en la boca”

En una vitrina del comedor de la casa de mis papás, apareció un “porrón de cristal verde transparente” que no supe cómo llegó y que guardaban junto con un juego de copas rojas con figuras de filigrana las que solo se disponían en la mesa en reuniones familiares; al ser tantos (lo he escrito en más de uno de mis 

“Gastando Zapatos”) y en ese tiempo algunos de mis hermanos ya con sus respectivas familias, aquello se convertían en un numeroso grupo en donde al momento de probar el vino no faltaba quién daba una explicación sobre la selección que se había hecho y luego preguntaba:
-¿“Qué te parece el vino”? 
-¿“A qué te sabe”?
-¿Y…sobre este otro?, continuaba.

No faltaba alguno que decía : pongámoslo en el “porrón”, “…es una botella de vidrio esférica con un cuello largo (empleado en varias regiones de España) que permite beber vino a través de un pico vertedor bastante extenso…”.

“…»Jamón y porrón, hacen buena reunión»…”

..alguno de los hermanos al no “atinarle” se manchaba la camisa. 
¡Unos sabían cómo tomarlo y otros no!
¡…Como todavía yo no tenía edad, sólo me quedaba como el chinito:
“milando” y aprendiendo de todas las pláticas y vivencias!

Con los años surgió una “Bota de Vino”, “…un recipiente (típico de España) popularmente utilizado para almacenar y servir vino…”, que me parece llevó mi hermana Tere. Dicha “Bota” estuvo un tiempo “curándose” ó “preparándose” con coñac; recubierta interiormente de “pez”, una especie de “resina del pino” que sirve para impermeabilizarla, permitiendo conservar los líquidos un tiempo prolongado a la vez que mantenerlos frescos.

En 1977 yo traje una “Bota de Vino” de la famosa marca “3 ZZZ” (“Tres Zetas“) que me obsequió mi amigo Rafael Gusano. Aunque intenté “curarla”, lo más probable es que no le di el trato adecuado ocasionando que “la pez” interior se hiciera gomosa y penosamente…
¡Hasta ahí llegó!

…Con el paso de los años y la aparición de nuevos materiales aquella “brea” ha sido sustituida, en ocasiones, por el látex. Para lavar y conservar su interior solo hay que enjuagarla varias veces con agua tibia, introducir el vino que queramos, quitarle todo el aire para que no se avinagre y está lista para utilizarse.
¡Así de fácil!

«…Sancho caminaba muy despacio sobre su jumento, y de cuando en cuando empinaba “La Bota” con tanto gusto que le pudiera envidiar el más regalado bodegonero de Málaga…»
Cervantes en “El Quijote”

“El Porrón” y “La Bota de Vino”
“…nos recuerdan que no importa tanto la bebida, como el hecho de compartir momentos…” ambos uno de cristal y el otro de piel sirven para “…dejar que la bebida caiga desde lo alto hasta el interior de la boca sin tocar los labios. El resto consiste en tener la habilidad de beber e ir respirando mientras se sigue bebiendo. Los dientes juegan un papel importante para los expertos al tomar el vino, tanto con “El Porrón” como con “La Bota”; ya que no resulta fácil romper el flujo e ingerir sin salpicarse la cara y la ropa…! 
A medida que se adquiere práctica, se podrá regular la potencia o duración de la entrada de líquido estirando y flexionando los brazos…”!!
Se oye fácil, pero no lo es!!!

Estando con la familia de mi cuñado Joaquín en Cantabria acostumbraban, en las labores del campo, llevar una “Bota” de dos litros. Metían un litro de vino y otro de Coca-Cola helada qué ahí me sabía a gloria!
¡Para entonces yo ya había aprendido a beber con “La Bota” y “el mexicano”, como se referían a mí, si la “supo hacer”!
¡Ajuaaaa!

“…”La Bota”: la acompañante esencial del aficionado a la “Fiesta Brava”
¡Una lucida “tarde de toros” sabe mejor si se juntan un buen “puro” y una “Bota” al hombro! 
Y si el torero ha hecho “una buena faena” “La Bota” puede lanzarse “al ruedo” y “el diestro” recogerla, brindar, darle un buen trago, regresarla … salud y ooollleee!.

“…”La Bota” ha caído en desuso durante las últimas décadas. Antes era impensable ir a un “partido de fútbol” o a “los toros” sin una “Bota” llena de vino. Tristemente, hoy en día se ha impuesto la sosa e impersonal “botella de plástico”. 
Gracias a festejos como “los sanfermines”, podemos ver de nuevo este curioso objeto de vuelta en las calles, aunque solo sea por unos días…”

“…A Pamplona hemos de ir con una “Bota”, con una “Bota”, con una “Bota” y un calcetín”

“A mí, me gusta el pipiripí pipí,
con “La Bota” empinar parara papá,
con el pipiripí pipí
con el paparapa papá…”

…y dice Alberto Cortes:
“…Pero ¡qué lindo es el vino! el que se bebe en la casa del que está limpio por dentro y tiene brillando el alma”

…y a seguir gastando zapatos bebiendo vino, aquí, allá y acullá!

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A través de una vida ligada al Turismo, a la Comunicación, a la Promoción y la Mercadotecnia hoy la tecnología me permite transmitirte, en diversos canales, los diferentes ámbitos de algunas de mis experiencias, ocurrencia, anécdotas, etc. por el mundo, tanto como turista como por estudioso del Turismo.

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Luis Eduardo Ros

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