A partir de que llegué a la Ciudad de México
a estudiar la “Carrera Profesional”,
en aquel julio de 1972…
(ya narré que junto con otros amigos de Córdoba
entre ellos mi hoy compadre Octavio,
cinéfilo consumado)
frecuentábamos diferentes “Salas de exhibición”
buscando filmes que nos atrajeran,
ocasión que aprovechábamos para recorrer la Capital de México en aquellos años de estudiantes universitarios.
Aún conservo mis primeros recuerdos de niño cuando viajaba con mis padres a la
“Ciudad de los Palacios” y asistíamos a esas
“Grandes Pantallas” con
imponentes construcciones,
decoraciones compuestas por
inmensas columnas,
vasijas o estatuas colosales y colgando de los techos enormes lámparas o “arañas de cristal”
como:
El “Metropolitan”,
el “Orfeón”,
el “Ópera”,
ubicados en el “Centro Histórico”,
en los que veíamos películas: (clasificadas por “la liga de la decencia”)
“A” pta para todo público”.
Años más tarde (1967) en un viaje con el
“Grupo de 1o. de Secundaria” fuimos y conocimos un
“Cinerama”:
“…formato de cine de pantalla ancha que se lanzó en 1952. Empleaba tres proyectores de película de 35 mm que se ejecutaban en sincronía para proyectar una imagen amplia (2.6:1) en una pantalla curvada…”.
ubicado en “Cuatro Caminos”
(límite del D.F. y Estado de México)
donde, en ese momento, estaba:
“Su Excelencia”
(con Mario Moreno “Cantinflas”).
Recuerdo que mi hermano Marco Antonio y mi cuñada Beatriz
me invitaron a ver
“Adiós Mr. Chips”
con Peter O’Toole
al hermoso Cine “Latino”
en pleno “Paseo de Reforma”,
a unos pasos del
“Ángel de la Independencia”.
En otro viaje a la “Capital” (1970)
fue mi hermano Guty quien me llevó al entonces recién inaugurado
“Cinema Insurgentes 70”
a ver el estreno
«Dos Hombres y un Destino» ó
“Butch Cassidy and the Sundance Kid”,
(con Paul Newman y Robert Redford entre otros)
cuyo tema musical:
“Gotas de lluvia sobre mi cabeza”
“…lo hizo acreedor a un “Oscar”
a la mejor canción original
y a la mejor banda sonora…”
Una vez en la Universidad fue el interminable peregrinar por aquellos antiguos cines con aforos impresionantes, como “Chapultepec”,
“Diana”,
“París”,
“Paseo”,
“Latino”, etc.,
sobre Paseo de la Reforma.
Justo en el #151 de esa avenida
se localizaba el “Cine Roble”:
“…era el más grande de “Reforma”
con 4 mil 150 butacas en tres niveles:
luneta, anfiteatro y galería
(engalanado por unos bellos vitrales elaborados en
“Lunas Velarde”
propiedad del queridísimo tío abuelo de Dolores:
Don Gonzalo Velarde Anaya (➕),
Fue la primera sede, dadas su magnitud, de
“la Muestra Internacional de Cine”, en los años 60.
Se convirtió en el principal lugar de concurrencia para
“los apasionados del Cine…”
El “Variedades”,
“Colonial”,
“Goya”,
“Mariscala”,etc.,
cerca de la Alameda Central…
La cartelera se publicaba en los periódicos y como en la pensión donde vivía Octavio uno de los huéspedes lo recibía,
era después de comer cuando
elegía qué película ver para telefonearme y ponernos de acuerdo dónde nos encontraríamos.
Debido al tamaño de la ciudad y al denso tráfico yo me encargaba,
con la ayuda del “Metro”,
de la logística para averiguar cómo llegar.
Lo mismo íbamos a
“San Jerónimo-en la Unidad Independencia”, a
“La Linterna Mágica”, que a
“El Tlalteloco”, o
al cine “ Ciudadela”,
al “México”
en la Ave. Cuauhtémoc,
al “Internacional” en la Colonia Doctores,
al “Polanco” en la Av Moliere
y a la vuelta sobre la misma manzana en Ejército Nacional
al “Ariel”,
el “Teresa”
en avenida San Juan de Letrán,
el “Arcadia”
en Balderas,
el «Savoy»,
en 16 de septiembre
el “Lido”
en Ave. Tamaulipas que luego cambió a
“La Bella Época”
hoy librería del “Fondo de Cultura Económico” ,
el “Estadio”
en la Roma,
el “Palacio Chino”
casi con Bucareli,
el “Regis”
en la Ave. Juárez,
el “Cosmos”
en la México-Tacuba,
el “Lindavista”
cerca de “La Villa” (muy lejos)
para aquel tiempo.
… Uuuyyyy el
“Goya”
y i cuántos más !
Recuerdo uno en Ave. Revolución
(cerca de
la “Universidad La Salle”
mi “Universidad”),
“Cine Hipódromo”,
donde vimos:
“¿Sabes quién viene a cenar? Con Sidney Poitier.
Como dije a cuál más de sensacionales construcciones,
parecían castillos.
Con esos recorridos conocimos todavía más la Ciudad y el transporte público adecuado para ir de un lugar a otro.
Vaya si “gastamos zapatos” por todos los rincones de la ahora llamada CDMX .
Posteriormente construyeron salas amplias y modernas como el
Cine “Las Américas”
en Ave. Insurgentes casi con Baja California.
Al sur:
el “Manacar”,
el “Futurama”
o el Cine “Disney”
(antes “Continental”)
en Xola con Av. Coyoacán.
A principios de los años setentas empezaron a surgir las pequeñas “Salas de Exhibición” con nombres de cineastas mexicanos o extranjeros como:
la “Gabriel Figueroa”,
“Indio Fernández”,
“Carmen”,
“Buñuel”, etc.
“…El “Cine Condesa” edificado entre 1952 y 1973,
que tardó más de dos décadas en erigirse por su complejidad y diseño.
Una de las casi 500 salas de cines que había en el entonces Distrito Federal que poco a poco fueron extinguiéndose o transformándose en parte de consorcios como
“Cinemex”, “Cinépolis” o “Cinemark”.
Era una de tantas linduras que existieron en la legendaria colonia y se suma al también extinto “Toreo Condesa”, que albergó corridas de toros en los inicios del siglo XX…”
Sin duda el buen “Celuloide” pertenece,
como se ha catalogado,
al “Séptimo Arte” y las
“Salas Cinematográficas”
de principios del siglo pasado en la “Capital” mexicana,
arriba destacadas,
al “Primer Arte” como obras de
“Arquitectura”.
Hoy existen “Cines” que cuentan con “tecnología de punta”,
estupenda comodidad,
algunos con buen servicio personalizado
pero, para mi,
es innegable que el sabor,
la añoranza y la magnificencia de esas “Salas” no tiene parangón.
Anexo un video
(que fue el principal motivador de este escrito)
realizado por “City Express”
Todos los hombres mueren,
pero no todos han vivido”
(“Corazón Valiente”)
