Corría el año 2002 y teniendo la responsabilidad de la promoción turística del País en en el CPTM (“Consejo de Promoción Turística de México”) el representante del turismo para jóvenes, Ulises Ortega (operador Mundo Joven), nos informó sobre el entonces próximo “Congreso Mundial de Turismo para Jóvenes” por lo que nos dimos a la tarea de convocar a todas las entidades respondiendo, únicamente, la de Quintana Roo a través de la OVC de Cancún.
Así llegamos a la sede en Rodhas, Grecia: el Director: Dr. Miguel Borge Martín y el Director de Promoción: Jorge Luis Téllez (cada quien llegó por diferentes rutas. Yo viví un vuelo Paris-Atenas incomodísimo y cansado).
Después de instalar el “stand de Cancún” (como dije: la única representación mexicana) asistimos (Jorge Luis y yo) a la “reunión plenaria” donde tomé nota de la relevancia que había cobrado ése segmento del turismo, entonces subestimado en México; que los países que disputan los primeros lugares le dan gran importancia a la recepción de jóvenes turistas ya sea: para acudir a aprender la lengua, por viajes largos después de realizar sus carreras profesionales, así como por intercambios escolares.
Ahí también supe que los jóvenes representan el 25 % del movimiento de turistas en el mundo, o sea 1 de cada 4 turistas es un joven que, si su derrama por día no es fuerte, al acumular los días de su estancia resulta una gran inversión…antes los “mochileros” eran los “apestados” del turismo, ahora existe un importante cambio en esa percepción.
Fue una extraordinaria experiencia para que se dieran los primeros pasos en incorporar mensajes dirigidos a los jóvenes en la implementación de publicidad turística.
Recorrí y conocí la ciudad, famosa por haber tenido una de las 7 maravillas del mundo antiguo “El coloso de Rodhas”, recientemente me enteré que hay el proyecto de construir uno similar.
Terminando el Congreso acordamos, el Dr. Borge y yo, rentar un pequeño auto para ir a conocer la Isla de Rodhas (no sólo la ciudad y su alrededores) por lo que yo me encargué de hacer la investigación pertinente planear y organizar el” tour”. Nos acompañó la Sra. Rosalía Janetti de Borge (esposa del Dr.) y así recorrimos los tres toda la isla.
Me llamó la atención un lugar que decía: “Salakos Σαλάκος” (lugar que se puede comer lo que ahí se produce).
Nos dirigimos al centro de la Isla por carreteras muy angostas, llegamos y nos percatamos que estábamos frente a una señal con el nombre del pueblo y a menos de 1 kilómetro había la misma señal (que existe en algunas partes del mundo) con el nombre cruzado “tachado” por una raya indicando el ” final” de la población. Observamos tres “restaurantes”: uno cerrado, otro que no nos “inspiró”, dimos una vuelta y en el camino vimos a un anciano caminando pausadamente y arrastrando los pies. Aparcamos frente al lugar seleccionado un poco en alto con una pérgola cubierta por unas viñas, ampliada con una terraza techada, un pequeño salón con mesas de madera y enfrente una pequeñísima barra. El lugar estaba vacío; apareció el propietario griego (“ni jota” de inglés, menos español) trajo las cartas (“disque”) para turistas.
Tratamos de establecer comunicación pero nos percatamos que todos hablábamos otra lengua: ” la de las señas”.
El griego me jaló, abrió el refrigerador y mostró unas parras rellenas en una charola, otra charola con tomates rellenos de carne, berenjenas (comida mediterránea) y con señas en cada producto señalaba, por una ventana, las tierras donde lo producía.
Olivares y huertos; cuando pregunté a señas por la bebida me sacó botellas sin etiqueta y mostrándome a lo lejos los viñedos me daba a entender que todo éso era de él, que lo sembraba, lo cosechaba y lo cocinaba.
Nos pidió que nos sentáramos, nos llevó los alimentos y nos sirvió el vino.
Fueron llegando los comensales que se iban sentando por edades: en una mesa larga los de menos de 80 años y en otra los de más de ochenta, hasta que apareció el personaje aquél que vimos a orillas de la carretera caminando lentamente y que al fin se acomodó en la mesa de los octogenarios (todos atendidos por el propio dueño).
En algún momento apareció el que recogía la basura con un bote grande “rubbermaid” y que tomó del refrigerador dos botellas de “Retsina” (yo lo había probado en mi primer viaje a Grecia en 1977 y me pareció muy ácido) pero: el dueño, agricultor, viñador, cocinero, mesero y “demás hierbas” se acercó a nuestra mesa, sacó bolígrafo y en una servilleta escribió 81 y abajo 93…
nos indica a la persona recién llegada ( arrastrando los pies ) y luego a un hombre erguido sentado, con todo el estilo, sobre una bardita tomando el sol y “tirando rostro”.
El propietario con su boli señala:
al de 81 de la mesa y al de 93 el “bien sentadito” enfatizando:
el de 93 ¡Sí “Retsina”, el de 81 … NO “Retsina” !
¡Y trajo una botella para abrir y compartirla con nosotros!
Llegó el sacerdote ortodoxo del pueblo se sentó y se le acercó un parroquiano (¡me fue difícil adivinar si también ahí se confesaban!)
¡Trajo la cuenta!…
¿Quién ?
¡pues el dueño!
¡Le di el último sorbo al “Retsina con los ojos fijos en el señor de los 93 años, además de que la estampa me pareció muy mediterránea! .
Tomamos el auto turnándonos el volante.
Terminamos de recorrer la isla entre viñedos, olivares y una vista hermosa del atardecer en el Mar Egeo (parte del Mediterráneo)
Hicimos parada un un lugar, aparte de bello histórico, que recomiendo no dejen de visitar: “Lindos” y lo anuncian como “un pueblo de otro planeta”.
¡Un recorrido muy agradable con una conversación muy amena e interesante fue un recorrido amistoso más que turístico!
Años más tarde telefoneé al Dr. para avisarle que iba a Cancún, que quería saludarlos y le llevaba unos puros veracruzanos (gusto que compartíamos).
Me dijo:
“Luis Eduardo no me traigas puros pues fíjate que ya no los elaboran como antes, mira:
¡Hace años los fabricaban muy rico, precisamente, cuando era yo Gobernador hasta la gente se acercaba a mí a saludarme y me decían : ” qué rico huele su puro Sr. Gobernador”
Años después cuando fui director de la OVC me percaté que a ciertas personas ya no les gustaba tanto el olor, entonces “deduje” que era por la no tan buena calidad de los puros.
Hoy en día, que ya no tengo ningún Puesto político, la gente pone “mala cara” donde fumo;
por éso ¡ya estoy dejando de fumar!
Le respondí:
de acuerdo Dr.:
¡mejor vamos a tomar vino griego “Retsina” y
¡SALUD – “ΥΓΕΙΑ” !… ¡Enseñanzas de la vida real!
*Nota: Algunas imágenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imágenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imágenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.
