Dejando atrás esa “Plaza” y continuando en dirección a Catedral nos encontramos en la esquina del lado derecho un lugar que me agrada mucho: “El Jardín de la Triple Alianza” ó “Tres Reyes”, “monumento mexicano compuesto de tres altos relieves de bronce que representan los “tres tlatoani aztecas de la Triple Alianza”; la mayor coalición mesoamericana conformada en el siglo XV por los señoríos de Tlacopan, Texcoco y Tenochtitlán. “El jardín” está situado en la calle Filomeno Mata esquina con la calle Tacuba; dos de los muros son proporcionados por la antigua “Iglesia de los Betlemitas ” que actualmente es el “Museo del Ejército y las Fuerzas Aéreas”.
El antiguo “Convento de los Betlemitas” que durante muchos años fue “Hospital, Monasterio y Escuela de Primeras Letras” de dicha “orden religiosa”, hoy es el increíble edificio que ocupa el “Museo interactivo de Economía” (Primer Museo de Economía del Mundo).
Siguiendo por la misma Calle de Tacuba nos encontramos con una edificación que fue un “Convento de Monjas Clarisas” predio que actualmente alberga el “Café Tacuba”, restaurante cuya especialidad es la “Cocina Mexicana Tradicional”. Un lugar muy bien acondicionado con retablos de valor por su arte y antigüedad, visitado por muchos turistas tanto nacionales como extranjeros …(a quien dedicaré un “Gastando Zapatos”).
A espaldas del convento estaba el “Hospital para enfermos mentales del Divino Salvador”.
Con un chocolatín cortesía de “El Café Tacuba” reanudé “Gastando Zapatos” por la misma acera hasta encontrarme con el “Metro Allende” construido en una de las zonas más antiguas de la ciudad. “…Dado lo reducido del espacio es una de las únicas “paradas” en las que no se puede cambiar de dirección sin salir de la estación, además de las consabidas aglomeraciones en las “horas pico”.
Desde la calle también hay múltiples “entradas-salidas”, lo que hace que se parezca un poco más al “Metro de Nueva York”…”
“Una vez a nivel de calle, sin importar cual salida se tome, hay una “plaza arbolada” de la famosa calle Tacuba. Así que, aunque varios “puestos” ocupan bastante lugar en la parte superior de este “Metro”, (está un portal de “venta de pines” al que he acudido por más de 30 años, atendido por su propietario que calculo tendrá 90 años y que sigo visitando y asombrándome con aquel mundo de “pines”).
…se tiene una excelente vista y queda cerca de muchos de los sitios trascendentales del Centro Histórico…”
Sigo por Tacuba hasta leer en el número 48 una placa que dice:
“En esta casa vivió y murió el Poeta Francisco González Bocanegra, donde escribió las estrofas del Himno Nacional en 1853”.
Se dice que Francisco alentado por su esposa Guadalupe participó en un concurso para designar la letra del “Himno Nacional” y fue en esa misma casa donde compuso la citada pieza.
“La letra del “Himno” alude a victorias mexicanas en batallas, trata sobre la defensa de la Patria, las virtudes del pueblo que la ejerce y el sacrificio que conlleva…”
“…La música la compone Jaime Nunó, músico español, director de orquesta y ópera, concertista y compositor.
Nunó musicalizó las estrofas de Francisco González Bocanegra para dar origen al “Himno Nacional Mexicano.” Sin embargo, también compuso varias piezas como “arias”, “motetes”, “misas” y “obras orquestales”…”
“…Ni González Bocanegra, ni Jaime Nunó, recibieron premio alguno por lo realizado…”
“¡…pero ambos –poeta y músico- lograron en los mexicanos una identidad que ya no habría manera de separar…!”
Una vez que pasamos esa área de tanto movimiento, seguimos “Gastando Zapatos” por la calle Tacuba que como mencioné renglones arriba está adoquinada y agradablemente arbolada, hasta encontrar comercios más tranquilos. En esa zona existieron librerías con venta de libros de texto y de “segunda mano”; personas que nacieron a principios o mediados del siglo pasado testigos de aquel México de organilleros y cilindreros, de típicas vecindades en el “Centro Histórico” de nuestra Capital del País.
En el número 73 de la calle de Tacuba esq. con Palma se encuentra la “Panadería La Vasconia” (“…como en el centro de la Capital estaba una colonia de migrantes vascos que fundaron la panadería, la bautizaron como “La Vasconia”).Establecimiento que ha sido testigo de tres siglos de nuestro México, con 150 años de existencia. Hoy en día este comercio tiene además servicio de restaurante.
Al finalizar la esquina con las calles de Brasil, Guatemala y Monte de Piedad evocaremos: “AQUEL RELOJ DE LA CALLE TACUBA” (…el entonces dueño de aquella joyería y relojería “La Princesa”, colocó un reloj justo en la marquesina y empezó a regir los horarios de los transeúntes…”) “…”conocida inicialmente como “La casa de los Diamantes” abrió sus puertas hace más de un siglo en la “Calle de Tacuba” esquina (en ese tiempo) con la “Calle de Brasil”; poco después y desde entonces se llamaría “La Princesa”. Donde recuerdo alguna vez haber ido con mis padres que como he narrado, mi papá relojero de corazón y de pasatiempo, gustaba visitar esa famosa relojería.
En la acera de enfrente existió una cafetería tradicional a la que, a pesar de haber pasado muchas veces por allí, nunca entré.
¡…Y ahí termina o inicia la calle más antigua del Continente, la icónica “Calle Tacuba”!
”La vieja calzada de Tacuba, tan llena de historia. aquí fue la épica de “la noche triste”;
Aquí forjó Tolsá su eterna arquitectura en donde se unen el tiempo de los dioses con el de los hombres.
Aquí surgió plena de poesía, la presencia de las ciencias y el decir de los sabios…”
Eduardo Matos Moctezuma