¡”Qué fácil es acostumbrarte a lo Fácil”!…

Yo digo que actualmente vamos perdiendo la capacidad de asombro… Es decir, es sencillo acostumbrarse a la comodidad de los adelantos tecnológicos. Yo (nacido a mediados del siglo pasado) tuve que aprender a usar “la dichosa computadora” ese instrumento tan familiar para mis nietas como lo fue para mí la televisión en blanco y negro.

La vertiginosa evolución de esos instrumentos en este caso, computadoras y “pantallas” (antes televisores) han dado lugar a:
“…los dispositivos inteligentes o “smart”, como también se les conoce, creados para ofrecer funcionalidades únicas a partir de su uso y que, sincronizados adecuadamente se podrá automatizar nuestro día a día…”

Así mismo, “…el teléfono inteligente (del inglés “smartphone”) es un dispositivo móvil que combina las funciones de un teléfono móvil y de una computadora u ordenador de bolsillo…”

Tanto nos hemos acostumbrado a su uso que es motivo de “CAOS” el día que no lo tenemos al alcance de la mano.

Y si: “es fácil acostumbrarse a lo fácil”.

En lo personal a mí me sirve para comunicarme con el mundo: la posibilidad de llamar o enviar mensajes de texto, escuchar a mi hermana, demás familiares y amigos que viven en España como si estuvieran frente a mí; veo a un amigo que me muestra canguros desde su jardín en Australia; me entero de las noticias (AL MOMENTO) qué suceden en cualquier “rincón del planeta”; puedo disfrutar “en vivo” un “encuentro deportivo”; recibo mensajes, documentos o realizo transacciones bancarias; hago uso de las plataformas tanto para comprar como para vender denominadas: “market places”/“mercado en línea”; Sé de “las bolsas financieras” o consulto “el pronóstico clima” para llevar la ropa adecuada a un viaje.

La facilidad de encontrarse personalmente con algún contacto (desconocido) sin tener que llevar alguna seña particular para identificarse.

Contar con una guía turística actualizada para, entre otros lugares, visitar los museos.

Una gama interminable los usos que facilitan estos teléfonos inteligentes; entre más jóvenes, más funciones, beneficios, etc., les encuentran.

“…El teléfono celular se ha convertido en el dispositivo electrónico más usado en el mundo.
”…Quién iba a imaginar que el teléfono evolucionaria de tal manera que ahora es un artefacto del cual la comunicación no se puede pensar de otra manera. “…acortó distancias, mejoró la comunicación y abrió nuevas posibilidades para conectar a las personas. Eso ha tenido impacto en distintas áreas de la sociedad moderna; como la globalización, el acceso y distribución del conocimiento…”…”

¡Una auténtica maravilla!

Hace algunos años me decía mi amigo Juan Fernando (experto “Ingeniero en Sistemas”) la primera vez que adquirí una “Palm”/“Agenda”:
-“tienes la máxima tecnología en tus manos”.
-Si pero ahorita por mi ignorancia, le comentaba, es como si supiera conducir solamente un automóvil “manual”/“stándard”
¡mmmmmm!

Como mencioné renglones arriba con las últimas “generaciones de celular”/ “computador”, las personas mayores pueden ordenar y dar instrucciones (desde la comodidad de su asiento) para encender y programar el televisor así como otros aparatos y enseres del hogar.

Ordenarle a “Siri” o a “Alexa” que ayude en “n” acciones, hasta bromearla y que conteste a alguna “necedad”!!!

Escuchar la música del siglo pasado “remasterizada”, (en otras palabras) música antigua en sistema moderno, poniéndole color a los sonidos!!!

De ahí que acostumbrarse a estas y otras comodidades que ofrece la tecnología para hacernos la vida más cómoda, nos obliga a decir:
¡“Qué fácil es acostumbrarte a lo fácil”!…
“¡Qué fácil, si, perderse en una recta!”

“NUESTRO CEREBRO suele acostumbrarse a lo fácil, a lo que lo haga trabajar menos. Pero tú puedes romper con ello teniendo DETERMINACIÓN:
…Nunca pares de aprender”.