FEZ… ¡ Una mágica ciudad donde tengo interesantes anécdotas !
Nos alojamos en un hotel, ahora si, con el sabor y arquitectura árabe.
(deduzco que después de mi comentario sobre el de «Rabat», intercambiaron opiniones «conductor» y «operador»
ajustando a nuestro favor «la dirección de las velas»)
quedando gratamente impresionados tanto con éste como con el hospedaje de Marrakech.
El hotel estaba cerca de una tienda departamental donde adquirí una camisa de manga larga hecha con hilos de muy buena calidad.
(aún la conservo).
Recorrimos la Ciudad y por la noche contratamos una cena tradicional árabe.
Nos llevaron a un barrio muy antiguo entre paredes milenarias sin tránsito vehicular y los pocos peatones que circulaban vestían a la usanza marroquí:
«una «túnica» ancha de mangas largas que llega hasta los tobillos llamada «thawb» o «suriyah»,
acompañada con un «turbante» o «kafiyyeh» y «babuchas».
Entramos a un restaurante para nosotros extraño con pocos comensales.
(le había comentado al guía que Dolores y yo cumplíamos 30 años de matrimonio).
Nos sentamos en unas sillas muy bajitas:
«asientos modulares (sin brazos) con cojines «riñoneros» y «pufs marroquíes u otomanos» con diseños étnicos».
La «mesas ratona» octagonal también «chaparra».
Frente a nosotros un buen número de músicos tañendo instrumentos representativos como:
«arghul» (especie de clarinete),
«bendir» (tipo pandereta),
los «crótalos» (diminutos platillos de bronce),
«darbuka» (tambor instrumento de percusión),
«laúd» (parecido a la guitarra).
Al poco tiempo se presentó una persona hablándonos en inglés pidiendo que la acompañáramos al piso de arriba para vestirnos con trajes ceremoniales propios de una boda de la región y así renovar nuestros «votos matrimoniales» bajo el «rito» y «costumbre» árabe.
«Propiamente» ataviados regresamos para dar paso a la «celebración nupcial».
Dolores acomodada en un trono era transportada «en andas» por algunos de los organizadores, mientras yo la observaba desde de mi silla. Luego de «darle algunas vueltas al ritmo de la música» la bajaron para que ambos presenciáramos las exóticas «danzas orientales o del vientre» con sus imprescindibles velos.
Mientras los demás aplaudía,
(y antes de cambiarnos aquella indumentaria)
¡ nosotros no salíamos de nuestro asombro por sentir que viajábamos en («La Alfombra Mágica») a través de «Las Mil y Una Noches» !.
De vuelta a nuestra «mesa» encontramos una botella de vino espumoso.
(excepción hecha a nosotros como turistas ya que los musulmanes no toman alcohol)
al igual que una gran variedad de platos, que con el hambre que «traíamos» nos los empezamos a comer hasta casi satisfacernos sin saber que aquéllos eran sólo «un entremés» ya que luego servirían la cena compuesta de diferentes y bien presentados «manjares». Aunque a destiempo,
ahí fue cuando una de las «encargadas» nos explicó el contenido de aquel banquete
¡ Recuerdo un ambiente de luz y color donde predominaban los cremas y rosas !
Fue así como esa noche celebramos nuestras «Bodas de Perla» a miles de kilómetros de Taxco, Guerrero,
(lugar donde nos desposamos)
en un mundo con un océano de por medio en ubicación y costumbres .
Tres décadas antes, un día como aquél, escribiríamos el «Había una vez»….
Al otro día temprano a recorrer La Medina de Fez, (barrio antiguo de la «ciudad musulmana») la más grande del mundo y:
declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad en 1981
¡ Una de las experiencias más impactante que he vivido en mi vida !
Entramos al «mercado» por las carnicerías,
algunas exhibiendo colgadas las cabezas de carneros y camellos completas
(para nosotros rarísimos)
es decir con todo y pelo.
Para ésto el guía nos informó que iniciábamos el recorrido comenzando por el «Siglo XXI»,
luego nos mostró los comercios del «Siglo XX,»
(resaltando en cada etapa su construcción y arquitectura diferente)
Cuando transitábamos por el «Siglo XIX» entramos en un lugar donde había un sinnúmero de teteras.
(ahí compré una de metal, grabada a mano, para sumarla a mi «colección»- ya he hablado de ella en anteriores escritos)
Lo que recuerdo de ese momento es la frase que le dije a Dolores:
“¡es un capricho que bien nos merecemos”!
Seguíamos descendiendo cruzando «Siglos», callejones y edificaciones.
En el «piso» correspondiente al siglo XVI vendían artículos de piel. Ahí, «a cielo abierto» en unos extensos solares,
nos mostraron cómo se curtía la piel 400/500 años atrás.
Acabamos la visita del «Mercado» en el «Siglo XIV» es decir el año 1300 , después de haberla
comenzado en el «Siglo XXI» es decir el año 2009.
¡ Qué visita!
¡ Qué vivencias!
¡ Qué experiencia!
Seguimos caminando hasta encontrar, al fondo, el vehículo en el que viajábamos.
Un estacionamiento lleno de autobuses, taxis o particulares esperando a los turistas que, al igual que nosotros, gozaron una visita sin igual
¡ «en vivo» la historia hasta el 2009 !
Al otro día visitamos el Mausoleo de “Moulay Idriss”
(patrón de la ciudad de Fez),
la «Madrasa de Bou Inania»
(escuela islámica),
el Palacio Real de Fez
( Residencia del Rey cuando viaja a Fez).
¡Así dejamos esta «Ciudad Imperial», esta «Joya de Marruecos»!
*Nota: Algunas imagenes fueron recolectadas de internet, el objetivo es representar con dichas imagenes lo escrito, ya que no siempre me es posible utilizar imagenes propias debido a su antigüedad o calidad de las mimas.