“Motolinía y Palma” …calles paralelas y cercanas

Al continuar “Gastando Zapatos” por el “Centro Histórico” de la CDMX, haré alusión a dos calles en esa parte de la Capital: “Motolinía” y “Palma”. Calles paralelas, sólo las separa “Isabel La Católica”, las dos también a poca distancia del Zócalo de esta Metrópoli.

“Calle de Motolinía”, antes “Callejón del Espíritu Santo”.
Este antiguo “Callejón” era una “Calle de Agua”. Aquí se estacionaban las chalupas y barcazas para no interrumpir el tránsito de la “Calle de las Canoas”. Su nombre se debe a Toribio de Benavente conocido como “Motolinía” (el que es pobre); un misionero franciscano que llegó a “Nueva España” en 1524. Una calle “peatonal” con solo tres cuadras que va de Tacuba a 16 de Septiembre , cruzando 5 de Mayo y Madero.

¡Es típico que en la esquina de “Motolinía” al salir del Metro Allende se escuchen los gritos del montón de mercaderes, promoviendo talleres y venta de lentes, sobre todo a los que observan con anteojos!. Por ello algunos le llaman “la calle de las ópticas”.

Como yo voy desde hace años a un “taller de lentes” en Madero 40 de Carlos Tapia (mencionado en otro “Gastando Zapatos”), además de no prestar atención a los vendedores opto por, ese tramo, quitarme los lentes aunque mi visión disminuya notablemente.

En Motolinía entre las “Calles de Tacuba” y “5 de Mayo” hay varios negocios, situados en ambas aceras uno tras otro, dedicados a la venta de “artículos ortopédicos”, ”material para personal médico” y un mundo de productos e instrumental quirúrgico. “…Hoy en día varios comercios siguen con ese “giro” y continúan vigentes desde finales del “periodo del Porfiriato”, ¡hace unos cien años!…”

Atravesando 5 de Mayo a mano izquierda está una joya musical: “…un Bar en el sótano (de lo que fue la bóveda de un banco hace muchas décadas) con el nombre de “Zinco Club de Jazz”. “…Un excelente lugar para escuchar la mejor música jazz, beber vino tinto y degustar una tabla de carnes frías, entre otros platillos…”

Seguimos “Gastando Zapatos” encontrándonos con tiendas, ópticas y talleres de lentes con cualquier cantidad de gafas, en los pisos altos de los edificios. 

“Disfruto del arte, la arquitectura, los museos, las iglesias y los templos; cualquier cosa que me dé una idea de la historia y el alma del lugar en el que me encuentro…”
Cherie Lunghi

Prosiguiendo por la calle paralela, como mencioné al inicio, encontraremos en la esquina “La Calle de la Palma”. ”…una de las vías más antiguas llamada antes “Calle Real”. Ahí se construyó una casona conocida como “la de la Palma”, ya que en una especie de jardincillo que tenía a un lado, estaba sembrada una que podía verse desde la calle…”

“Palma: gigante de una sola pierna, rematando otros árboles, mirando el firmamento…”
Rabindranath Tagore.

“La Calle de la Palma” me recuerda que para mi padre fue durante años visita obligada pasar a “Casa Villuendas” (“…con más de medio siglo de tradición familiar relojera…”). Ubicada al inicio en el #5 del segundo piso, para luego moverse al #6 de la misma Calle. Atendido personalmente por el Sr. Don Manuel Villuendas, siempre vestido con pantalón de casimir y corbata, de trato amable y con un lenguaje propio de quién dedicó toda su vida al arte de “la alta relojería”. Mi papá (aficionado a este oficio como uno de sus grandes pasatiempos) llevaba las partes y/o instrumental para las reparaciones que tenía pendientes. Quién iba a decir que una de las hijas de Don Manuel, Lupita, entonces una niña de 10 años se independizara y abriera su propio negocio (con el mismo giro) llamado “Casa Lupita” ubicado en Calle de “La Palma” #12.
¡Enhorabuena Lupita, yo te conocí jovencita!

Años antes a unos cuantos pasos de ahí Calle Palma Nte. 335-Local 5, acompañaba a mi papá a una armería de unos hermanos amigos de él: “Armas y Municiones SA de CV”. Durante más de 70 años se ha caracterizado por brindar calidad en cada uno de sus productos y servicios. Recuerdo cuando mi papá compró un rifle deportivo (sobre pedido) finlandés marca “Häyhä” calibre 243, que en las maderas donde se apoya al hombro tenía como detalles alusivos unos pinos incrustados, de diferente color, seguramente rememorando los primeros años de la vida de Don Salvador en los aserraderos. Una arma hermosa de precisión para “tiro al blanco”. Una Armería con rifles, escopetas “parque” (tiros o cartuchos) que para comprarlos era requisito indispensable pertenecer a un “Club de Tiro al Blanco”… 

Pues seguimos en la calle hasta llegar al No. 23 donde está El Restaurante “El Cardenal”; establecimiento con mucha historia del centro de la Ciudad. Se aloja en un bello edificio porfiriano de estilo francés. La arquitectura de este inmueble aunado a la tradición culinaria hacen de éste un lugar emblemático.

No dejen de pedir “los escamoles”, “el pecho de ternera” y para los incorregibles golosos: “el trío de concha, nata y chocolate”.

¡En algunos salones de los Restaurantes es común ver personalidades “del mundo de la política”, de “la cultura”, de “la farándula”! 

“Librería México” “Palma 335-A, esq. Donceles” 
“Librerías anticuarias y de viejo de México”. “Tienda especializada en la compra y venta de libros usados, la cual me gustaba mucho frecuentar…”
“Del Refugio” (1908): la calle llevó este nombre a la altura de las actuales “Palma” e “Isabel La Católica”. En este espacio se establecieron diversos comercios como “boticas” y “droguerías”, “salones de belleza” y “mercerías!”…”

“Las calles tienen dos espíritus: ¡Uno es su propio espíritu y el otro espíritu son todas las criaturas vivientes que viven en la calle!”
Mehmet Murat ildan