5 de Mayo en “CDMX” …“Calle” o “Avenida”

He leído sobre la polémica qué si “La 5 de Mayo”, ¿es “Calle” o “Avenida”?, en la Ciudad de México.

Existen libros, relatos y hasta se han instalado en las paredes de la vía pública, en diferentes épocas, placas o antiguamente losetas con la descripción de “Calle 5 de Mayo” o “Avenida 5 de Mayo”. Técnicamente se deduce que dado el tamaño y la importancia de la vía, ésta es una Avenida principal con amplias casas y variados comercios.

Aun así hoy en día la mayoría se refieren como la “Calle 5 de Mayo” ubicada en la zona poniente del “Centro Histórico de la Ciudad de México” que conecta la “Plaza de la Constitución”, a la altura de la torre poniente de la “Catedral Metropolitana”, con el “Palacio de Bellas Artes” y la “Alameda Central”.

También hay quien afirma que inicialmente se llamó “Calle de Alcaicería”, otros aseguran que “Callejón de Mecateros” y “Callejón del Arquillo”.

Lo que atrajo mi atención fue leer que:
“…como consecuencia de “Las Leyes de Reforma” después de derribados los “Conventos de la Profesa” y “Santa Clara” (siglo XIX), quedaron dos nuevos “tramos”/“cuadras” que no tenían nombre e inclusive los capitalinos de la época no querían pasar ni construir ahí, ya que alegaban que ese espacio traía “mala suerte”.
Así que durante un buen rato “la Calle” estuvo en ruinas, llena de basura, sin alumbrado, insegura y sobre todo “SIN UN NOMBRE”.
Una vez que el ejército mexicano derrotó al francés en “La Batalla de Puebla” el Gobierno de aquel tiempo, presidido por Benito Juárez, decidió colocar una placa para bautizar la calle con el nombre de “Cinco de Mayo”.
A principios del siglo XX el entonces Presidente Porfirio Díaz ordenó la demolición del “Gran Teatro Nacional” o (“Gran Teatro de Santa Anna”) para extender la “Calle 5 de Mayo”, pero también para dar paso al proyecto de el “Palacio de Bellas”…

Te invito a que hagamos un recorrido con la observación que le hago normalmente a quién me acompaña a “Gastar Zapatos” por estas calles:
¡deleitémonos con la arquitectura de los bellos edificios que vemos, “fijando la vista para el cielo”!

Alguna vez escuché decir:
“…invitamos a mirar hacia arriba cuando caminen por ésta o las demás calles del “Centro”, de esa manera gozar del Patrimonio que ha logrado trascender a pesar del tiempo…” i Disfrutando con ello el coronamiento superior de la arquitectura ecléctica, sus bellos antepechos o cornisas “…influenciadas principalmente por el “romanticismo” y el “modernismo”…”!.

Sin duda en esta calle “5 de Mayo” existen muchas edificaciones extraordinarias.

Partiendo de “El Palacio de Bellas Artes” se ubica enfrente el “Edificio Guardiola” entre las “Calles de Madero” y “5 de Mayo” (ahí trabajó mi suegra cuando era soltera). Además está el Edificio de “El Banco de México” y dentro el “Museo” con el mismo nombre. Casualmente mi madre (también muy joven) trabajó en este edificio.

En ese entonces a ambas las separaba la calle “5 de Mayo” y se vinieron a conocer medio siglo después cuando en 1979 un día 6 de Mayo, mis padres fueron a Taxco a “pedir la mano” de mi “prometida” Dolores (“…tradición súper característica de nuestro País que forma parte del “protocolo de la boda”…”).
“Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir”.

Atrás del “Edificio Guardiola” se encuentra “La Casa de los Azulejos” o “Palacio de los Condes del Valle de Orizaba” situado entre “Madero” y “5 de Mayo” (ya he narrado sobre ello) “..propiedad que perdió varios metros de terreno en la parte norte, debido a la creación de la Avenida 5 de Mayo…”

Continuando “Gastando Zapatos” encontraremos en la esquina de “5 de Mayo” y “Filomeno Mata”: «La Opera Bar» restaurante del Siglo XIX decorado estilo “Art Nouveau”.

Arte, historia e importancia mucho más significativa “…que el orificio en el techo ocasionado supuestamente por un balazo disparado, sin motivo ni razón, por Francisco Villa. Otras personas aseguran que ésa es una “leyenda urbana” y que en realidad tal suceso no ocurrió…”

Frecuentado en sus comienzos por personajes como Porfirio Díaz y su esposa e inmortalizado en su configuración original por producciones cinematográficas del “Cine de Oro Mexicano”: “Los de abajo” o “La cucaracha” y “La Generala”; así como posteriormente concurrido por escritores como Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Octavio Paz, José Luis Cuevas, entre otros.

Sus platillos más conocidos son “Los caracoles en chipotle”, “Los pulpos a la gallega”, “La lengua a la veracruzana”, etc., etc.

Sin duda uno de los restaurantes insignia del “Centro Histórico”

“En la esquina de “5 de Mayo” con “Bolívar” está “La Palestina”: el primer edificio de la Ciudad en tener seis pisos. Hoy el olor a piel de sus bolsas, mochilas y prendas de vestir atrapan al pisar el interior del local. Aún cuenta con un barandal con las representaciones de cabezas de caballos, donde los jinetes solían amarrar sus corceles cuando acudían a comprar espuelas y sillas de montar, entre otros artículos. Aunque ése ya no es su principal giro la tienda sigue ofreciendo esos productos, además de contar con la figura de un caballo en tamaño real…” He de decir que cuando paso por ahí me gusta meterme a olfatear aunque no tenga nada que comprar.

En la acera de frente casi con “Bolívar” está: “…“Casa Cuesta” que desde su fundación en 1923 se ha esforzado en ofrecer a los clientes más exigentes la mayor y mejor variedad de telas para caballero. Actualmente cuenta con un extenso surtido de casimires y popelinas de importación, además de telas nacionales con excelente calidad…”.

En 1936 fue inaugurado el edificio del “Banco Mexicano”, situado en la esquina de “5 de Mayo” y “Motolinía” (antes: “El Callejón del Espíritu Santo”).

“…Este inmueble de estilo “Art Déco” hoy alberga, en lo que fueran sus bóvedas subterráneas, “El Zinco Jazz Club” de estilo retro con cocteles clásicos y presentaciones de artistas nacionales e internacionales…”. Emulando al “Zinc”, el legendario “Club de Jazz de Nueva York”.

Si continuamos sobre esa acera con dirección a Catedral en el No. 39 encontraremos unos vitrales coloridos y su anuncio de “Dulcería Celaya”. Con casi siglo y medio de vida es la más antigua que existe en la ciudad y en todo el “Territorio Nacional”, ofreciendo a los visitantes una variedad de más de 140 dulces hechos artesanalmente y con ingredientes de primera calidad…”.

“Papelería El Globo” es denomina así misma como “La Casa de la Pluma”. “…Es una papelería antigua de las pocas que quedan en el “Centro Histórico”, desde el año 1929, su especialidad son las plumas fuentes, vale la pena conocerla…”. Cuando he podido he ido a comprar o simplemente a curiosear y ver aquellas plumas que utilizaba hace más de medio siglo. Variedad de “plumas fuentes” o “estilográficas” antiguas y modernas de marcas como: “Easterbrook”, “Sheaffer”, “Parker”, “Faber Castell,” “Dupont” o “Waterman” sin faltar las plumas de moda de finales de los 1900s como “Montblanc” o “Lamy”. Tienen sus “tinteros” o “depósitos de llenado” desde los más comunes hasta los más sofisticados, contando además con una extensa variedad de objetos de escritorio. Con casi un siglo de existencia esa tienda es asistida, si ya no por los propietarios de cuando yo acudía, si por familiares tratando de igualar la atención, el servicio y la calidad de sus productos.

En la esquina, entrando por la calle de Isabel La Católica, está “El Hotel Gillow”. Fundado en 1875, es quizá uno de los hoteles más antiguos en México; al paso del tiempo se le han hecho reformas a la estructura. A principios del siglo XX se remodeló para darle una atmósfera de lujo y confort añadiéndole, años después, tres pisos al edificio. El interior del hotel aún conserva el estilo “Art Déco” de la época, que sigue embelleciendo el lugar.

Ahhh enfrente está el tradicional “Café La Blanca” fundado en 1915 a quien le dedicaré un “Gastando Zapatos”. Buenos precios, platillos sabrosos y abundantes. Un “clásico” en el “Centro Histórico de la Ciudad de México”.

En mi paso por “Turismo de la CDMX” conocí e hice amistad (de ésas que permanecen) con Eloy Rodríguez en aquel momento “Presidente de la Asociación de Hoteleros de la CDMX”, apoyándonos mutuamente en pos del Turismo de nuestra Capital, cada uno desde su trinchera. Con participación en varios hoteles le ha dedicado especial atención al representativo “Hotel Rioja” (el que era supervisado minuciosa y diariamente por su padre) ubicado en la calle “5 de Mayo” a unos pocos pasos de “Isabel La Católica”. Las veces que he tenido oportunidad de visitarlo me transporto a ese México de mis recuerdos.

Más adelante sobre esa acera en el no. 61: el Hotel “Holiday Inn Zócalo” rodeado de historia en cada esquina, ya que se ubica en un hermoso edificio construido en la época colonial, en el cual se estableció el “Palacio del Emperador Moctezuma” y más tarde la residencia del emperador “Hernán Cortés” …Un hotel remodelado con 105 habitaciones.

En la acera de enfrente: “El Nacional Monte de Piedad” ubicado a un costado de la “Catedral Metropolitana”, en la esquina de las calles “5 de Mayo” y “Monte de Piedad”. Esta construcción se remonta a la etapa colonial, edificada sobre las ruinas de uno de los inmuebles más importantes de la época prehispánica: “el Palacio de Axayácatl”…”.

Sobre la banqueta de 5 de Mayo está “La Parada” de el “TURIBUS” con un “Mostrador de Venta” de los recorridos/“tours” turísticos que ofrece en la Ciudad esta Empresa del “Grupo Movility ADO”.

En la esquina donde inicia la “Calle” o “Avenida” “5 de Mayo” se encuentra a la derecha (ya lo mencioné renglones arriba) “…“La Plaza de la Constitución”, popularmente conocida como “La Plancha del Zócalo”, llamada durante el “periodo virreinal”: “Plaza de Ánimas”. Lugar multifacético que presenta una gran variedad de actividades como conciertos, obras de teatro, ferias de libro, ciencias, empleo y más…”.

Al lado norte de la “Plaza de la Constitución” se verá “La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México” o coloquialmente “La Catedral” donde a un costado empieza ¡la “5 de Mayo”!. Travesía a la que hoy he dedicado el “Gastando Zapatos” por el Centro Histórico de la Capital de México.

“Ciertas Calles de mi Ciudad tienen un encanto que ninguna otra parte tiene”.