Arquitecto Juan José Ros Martínez

Me despertaba, todavía oscuro, un gallo cantando fuertemente. Yo estaba tranquilo pero con el corazón roto; un día antes
(el 12 de Mayo de 2021)
¡había fallecido mi hermano Pepe!.

En mi cabeza se arremolinaban recuerdos y en mi alma sentimientos. Empezó a clarear y a aparecer sombras de la vegetación típica de la tierra que me vio nacer: Córdoba.
Eran hojas de una mata de plátano y el clásico calor que reina, acá, en el mes de mayo.
Amanecía en casa de mi hermana Maruca, al lado de Dolores.

Un mes antes
(el 11 de Abril)
me había enviado un mensaje por “whats” mi hermano Pepe que decía:
“Lalo no he podido leer tu gastando zapatos me he sentido bastante mal de salud. Tuve una trombosis en la pierna derecha, agua en el pulmón izquierdo más de la mitad de la pleura, esta semana me operan”

Sus letras me preocuparon y entristecieron al pensar
qué tan mal se sentiría para no poder
(como semana tras semana desde que inicié mis publicaciones de
“Gastando Zapatos” lo hacía)
leerlas, por lo que
inmediatamente tomé el teléfono y al escucharlo pude percibir lo que le estaba aconteciendo.

Seis días después fui a Córdoba a saludarlo en el “Hospital” donde estaba internado, acompañado y atendido por su hijo Juan José.

Volvimos, mi hermano Pepe y yo, como en muchas ocasiones a platicar sobre temas variados y profundos de la vida. Esta vez la habitación del “Hospital” fue testigo de nuestro encuentro fraternal.

Visité posteriormente al resto de hermanos que radican en Córdoba para informarles que a nuestro hermano le habían diagnosticado cáncer.

Fue un largo y tortuoso mes de comunicaciones constantes con Juan José su hijo, así como con Luz Martha (Uchi) y Esperanza (Gorda) mis sobrinas,
como cariñosamente se les dice en la familia.

Nuevamente viajamos Dolores y yo a visitarlo en su domicilio el domingo 2 de mayo. Al regreso sentí como si nos hubiéramos dado el “postrer adiós”. Pepe me tomó la mano, la besó suavemente y con voz apagada me dijo “gracias”. Salí de su casa con lágrimas en los ojos y en el corazón.

Justo un mes transcurrió de irse apagando como un vela.

Le antecedían 86 años de una vida fructífera de trabajo profesional como reconocido Arquitecto en la “Región de las Altas Montañas Veracruzanas”.

En uno de mis escritos de
“Gastando zapatos”
relaté su brillante trayectoria como Arquitecto,
misma que se “publicó” y “agotó” en un “periódico” local.

También se le ofreció un reconocimiento como maestro de cátedras de “Arquitectura” y figura sobresaliente en el gremio de la “proyección y construcción Arquitectónica”, donde Juan José logró definir el estilo de “Arquitectura Ros”.

Ese escrito de GZ rebasó una audiencia de más de un cuarto de millón de vistas por “redes”.

Hoy por esas mismas “redes” circulan “condolencias” de
“El Colegio de Arquitectos” y “La Facultad de Arquitectura”,
así como de esa “Agrupación” en general.

Durante las exequias se me acercó un “Directivo” de la
“Universidad Veracruzana”
comentando:
-“El Arquitecto ya sabía que se le iba a hacer otro reconocimiento pero, debido a su enfermedad ya no hubo tiempo de inaugurar
un taller con su nombre.
Ahora lo realizaremos como homenaje “Post Mortem”…”

Ha habido un enorme número de sentimientos y manifestaciones de afecto y remembranza a su trayectoria en la Arquitectura, pero lo superan las expresiones sobre el ser humano que fue el
Arquitecto Ros !

Considero que construir un edificio es difícil, pero aún lo es más edificar una reputación. Esa fue la mejor construcción que logró: como hijo, hermano, esposo, padre, tío, abuelo, maestro, colega o amigo …el Arquitecto Juan José Ros Martínez, mi querido hermano Pepe

“QUE EN PAZ DESCANSE”

…ahora al lado, de entre otros seres queridos,
su inseparable (por más de 60 años) esposa María de Los Ángeles.

…
puedes consultar el escrito de “Gastando Zapatos” sobre el Arquitecto Juan José Ros Martínez en Facebook o la pág. web Luis Eduardo Ros Martínez.