Siendo Luis del Río Vicepresidente de “Aeroméxico para América Latina”, fui contratado como “Capacitador” del Personal de las “Estaciones” donde volaba la “Aerolínea” (ya lo mencioné en otro de mis escritos).
En el primer viaje a Chile me recibió el Director (cuyo nombre no recuerdo) en las oficinas de “Providencia” que es una de las comunas que forman la ciudad de Santiago, Capital y principal metrópoli de la oficialmente República de Chile, cerca del Hotel donde pernoctaría.
Ya había estado algunas veces en Santiago y en su Aeropuerto para hacer alguna “conexión” y continuar mi travesía hacia el “Cono Sur”, sin embargo en ese viaje a través de unas observaciones del Director tuve diversos aprendizajes.
-La “sala de juntas” que era una oficina muy moderna y con toda la tecnología del momento, contaba con un “extractor especial para fumadores de puros” (“habanos”); como yo entonces los fumaba (especialmente veracruzanos Ja!), me acordé del susto que tuvimos un amigo y yo en una “Oficina de Gobierno” en “La Galería de Houston, Tx.,” al activarse los “dispositivos contra incendios” cuando empezamos a fumar ese tipo de tabaco.
Aquí me aseguraron no habrían esas “sorpresas”, anécdota que sucedió hace 20 años.
Hoy las reglas cambiaron también en aquel País:
“…a principios del 2022 autoridades de salud presentaron las nuevas advertencias sanitarias para productos de tabaco, destinadas a alertar a la población sobre los efectos nocivos de su consumo…”.
-Otra enseñanza, que cuando “viene al caso comento”, fue el cómo les llamaban la atención los “colores cálidos” de los autos en México a diferencia de los “colores fríos” del “parque vehicular chileno”. Resaltando la gran variedad de colores vistosos de los automóviles de nuestro País en contraste con los conservadores: negros, blancos, azul marino, grises y quizá alguno cercano a esas tonalidades de aquella Región. Efectivamente cuando comencé a contemplarlos comprobé la veracidad de su señalamiento. Inclusive había autos de las mismas marcas que en México, pero diferente paleta de colores”.
-Una marcada diferencia era la que existía entre su y nuestra “responsabilidad cívica”. Sobre el particular me enteré que: un empleado de la “Compañía” salió a comer a un Restaurante, dejó estacionado su auto cerca, a su regreso lo encontró con un “choque” y una tarjeta en el parabrisas conteniendo los datos de quién lo había golpeado especificando: -“Búsqueme en estos teléfonos, le cubriré los gastos del percance”. Tiempo después por mera curiosidad supe que el susodicho sin tener testigos, ni cámaras, ni celulares que lo grabaran, (aún no existía esa “modalidad) asumió su compromiso cubriendo el daño…”. ¡Aunque usted no lo crea”!
-Un tema que me llamaba la atención hace (repito) dos décadas era que incluido en el alumbrado para “el arroyo vehicular” (“…que es el espacio de calle destinado exclusivamente para la circulación de vehículos…”), estaba uno especial para las aceras (“qué son las orillas de la calle por la que se efectúa el tránsito peatonal”). Es decir doble función de “las luminarias”: para autos y además para transeúntes. Actualmente este tipo de iluminación lo hay en algunas ciudades de nuestro País.
-Así mismo pude diferenciar el color inclusive en las artesanías. De las que yo me percaté fueron las elaboradas en cobre (Chile principal productor de ese metal) y madera, éstas últimas sin color sólo laqueada; en contraste con el gran colorido de nuestra artesanía ya fuera en madera, textiles, muebles etc.
-De lo que si me enteré por medio de un interesante reportaje que:
“…en la “Isla Grande de Chiloé” (al sur de Chile) no sólo hay iglesias de madera que pertenecen al “Patrimonio Mundial” para ver, sino también las “casas de zancos” coloridas y pintorescas en el mar llamadas “Palafitos de Castro”, que originalmente fueron construidos en el siglo XIX.
“…El color ha significado un medio de orientación no sólo para las embarcaciones que navegan por medio del archipiélago, sino también para el isleño que vive al interior del monte, donde debe recorrer grandes distancias para dirigirse hacia alguna dirección como sea el pueblo o incluso el vecino. Al no existir calles o senderos gráficamente señalados al interior del cerro, el uso del color es vital para la ubicación tanto del que vive en el sector como para quienes lo visitan transformándose en códigos cardinales…”
-Importante señalar que la manera de vestir era estilo europeo (principalmente colores “serios”) sobre todo en los hombres, aunque los jóvenes de esa época intentaban romper con aquellos enraizados cartabones y tradiciones.
Me pregunto qué opinaría entonces la “firma” “United Colors of Benetton” (ropa y complementos con una línea casual y en la cual predominan los colore) sobre “la moda” en la Nación conocida por sus habitantes como “País de los Poetas” más austral y más largo de América Latina y uno de los más estrechos del mundo…
¡Ahhh como disfruto visitar Chile donde tengo buenos amigos que me invitan excelentes vinos para brindar por la amistad y la vida!
«El vino abre las puertas con asombro y en el refugio de los meses vuelca su cuerpo de empapadas alas rojas»
Pablo Neruda (1904-1973), Poeta, diplomático y político Chileno