“MADERO”, una de las calles más emblemáticas del Centro Histórico de la CDMX”

En las crónicas de la CDMX la hoy famosa calle “MADERO” (“…mejor conocida como «Corredor Peatonal Madero») originalmente fue denominada como “1a. Calle de San Francisco”.
“…Con el paso del tiempo, debido a la nomenclatura aplicada y a la designación de calles que se hacían a los oficios o gremios cambió su nombre a “La Profesa” y posteriormente al de “Paseo de los Plateros”….”

Recuerdo haberla caminado, ya con el nombre de “Madero”, de la mano de mi mamá a finales de los años 50’tas.; de ”viaje escolar” en los 60’tas. y como “estudiante universitario” en los 70’tas. varias veces “gasté zapatos” en esa vía comercial. (lo cité en otro escrito);” Madero” comienza justo donde se ubica la “Torre Larinoamericana”: hoy “Eje Central L. Cárdenas”, ex “San Juan de Letrán” (también escribí detalladamente sobre ella en otro “Gastando Zapatos”).

Ya mencioné renglones arriba que inicialmente se llamó “1a. Calle de San Francisco” en alusión al “Convento Franciscano” que en su momento fue el más grande de toda América en cuyas ruinas se erigió el icónico edificio en el corazón de la Ciudad de México.

La Iglesia está en funciones y se accede a través de una puerta lateral ornamentada por una preciosa fachada barroca. Junto a ella se encuentra “El Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús”.
Edificado a finales del siglo XIX por órdenes de doña Carmen Romero Rubio, esposa del expresidente Porfirio Díaz. 

Estando en la Universidad, nuestra amiga y condiscípula Fanny Matus nos (a Octavio y a mi) invitó a la boda de una amiga cuya ceremonia religiosa se celebraría en la “Iglesia de La Profesa” oficialmente llamado “El Oratorio de San Felipe Neri”.

Llegamos al templo ubicado también en “Madero”; nos sentamos en uno de los bancos del fondo, ya que para nosotros la mayoría eran desconocidos a excepción de Fanny y la novia. Transcurrió casi toda la Misa hasta el momento de la Comunión en que nos acercamos al altar y sorprendidos vimos que ni eran los novios ni estaba nuestra amiga, uffff. Fue entonces cuando preguntamos por el nombre de la Iglesia y efectivamente era la de San Felipe pero de Jesús no Neri (ubicada a dos cuadras de ahí).

Entonces salimos corriendo (muy trajeados) hacia allá llegando en el momento en que caía sobre los ahora si conocidos desposados, el famoso “arroz” (símbolo de la fertilidad, la abundancia y los augurios de prosperidad).

Fanny al vernos y antes de escuchar lo sucedido, nos reclamó que nos estuviéramos presentando al final de la Celebración. Una vez le explicamos lo acontecido, hasta se unió a nuestras risas…

Anécdota juvenil… ja ja 

¡Dos Templos San Felipe en la calle de Madero!

Hablar de “La Profesa” es referirse a una Iglesia esplendorosa del “Centro Histórico de la Ciudad de México”, la cual se caracteriza por su increíble arquitectura manierista que sirvió de ejemplo para la edificación de otros templos católicos en la Ciudad de México. “…A partir de su remodelación este templo conserva además de sus obras de arte, una importante biblioteca novohispana, con ejemplares que pertenecieron, entre otros, a la “Compañía de Jesús”…”

“…El antecedente directo de los retablos mexicanos de los siglos XVI y XVII es la gran obra de los realistas castellanos y andaluces. De Castilla, Andalucía, Extremadura y Valencia llegan los arquitectos y escultores que van a fabricarlos o dirigirlos en la Nueva España. 
Es en el siglo XVIII cuando se logra un inconfundible carácter mexicano que se desgaja totalmente de la Península Ibérica. 
En la acera de enfrente a “La Latino” continuando por Madero está el “Palacio de los Condes Del Valle de Orizaba”, inmueble construido durante “la Época Virreinal” que, debido a su cubierta de azulejos de “Talavera Poblana”, se identifica más como “La Casa de los Azulejos”. 
“…Esta obra es una de las más bellas joyas de la arquitectura civil del Barroco Novohispano…”

La Calle de Madero te da sorpresas en sus construcciones hasta en sencillos edificios como uno que frecuento en el número 40 para ir al “taller de lentes” donde desde hace varias décadas me diseñan, “gradúan” o arreglan los anteojos con el amigo Carlos Tapia y su hermana Gloria. Nada qué ver el angosto acceso de la fachada con el interior de ese edificio. 

Ahhh En la acera de enfrente recuerdo acompañar a mi padre (en los años 60’tas.) a una “Óptica Alemana” para la adquisición de sus lentes.

¡Ahora que lo escribo me parece paradójico!

Localizado en la acera sur de la misma calle Madero en el Centro Histórico de la Ciudad de México se ubica el “Palacio de La Cultura Citibanamex” o “Palacio de Iturbide” (hoy bajo resguardo de “Banamex”).
“…Dicha obra presenta la tradicional combinación de cantera y tezontle rojo. Fue la única residencia palaciega construida en cuatro niveles durante la época virreinal y es de estilo barroco”…” 

¡Una belleza de construcción!

En el cruce de Madero e Isabel La Católica se dice que en 1913 Francisco Villa, como un homenaje, subió a una escalera y clavó sobre la edificación (hoy en día se aloja allí la “tienda ZARA”) una placa con el nombre de Calle Francisco I. Madero. 

Un auténtico y no menos hermoso es el Edificio La Esmeralda”, de estilo ecléctico, construido en el año de 1890. En él se encuentra “..desde el 2006 el “Museo Del Estanquillo” que da cabida a un acervo excepcional del escritor Carlos Monsiváis el cual abarca la fotografía, el cine, el arte popular, la caricatura, la obra gráfica, las ediciones, la miniatura, la música, la cultura, lo político, entre otras al igual que sus cenizas depositadas en “La Gatera” (una urna a modo de felino, que le hizo Francisco Toledo”) situada en la “Biblioteca” del mismo “Museo”…”

Al visitarlo recomiendo subir hasta la terraza desde donde se podrá apreciar, de manera especial, el ya mencionado templo de “La Profesa” al tiempo que disfrutar la Calle Madero y sus demás edificios de admirable arquitectura sin olvidar otro Palacio en la acera de enfrente por la calle de Isabel la Católica, “El Casino Español”.

Siguiendo por Madero recuerdo (en 1973) haber entrado a un antiguo y lindo edificio acompañando a mi compadre Octavio quien consultaría a un Dermatólogo ya mayor: Doctor Fernando Latapí (galardonado con “La Máxima Distinción de la Medicina”). 

“…Considerado como una de las obras neocoloniales más emblemáticas e importantes de la Ciudad de México desde hace casi un siglo, (en la esquina de “La Plaza de la Constitución” y al principio de la “Calle Madero”) se localiza el “Hotel Majestic” o “El Eterno Mirador”, desde donde se contemplan vistas espectaculares de “El Zócalo”, “La Catedral Metropolitana”, “El Palacio Nacional” y el par de “Edificios Gemelos”.

Para terminar no deseo omitir un Hotel que con su nombre lo dice todo: “El Ritz” Ciudad de México (César Jean Ritz de nacionalidad suiza es considerado “El Padre de la Hotelería Moderna”, así como también es reconocido como “El Rey de los Hoteleros” y “El Hotelero de los Reyes.”). Hay quien asegura que cuando este hotel abrió sus puertas, hace 85 años fue un gran éxito y en él, años más tarde, se daba cita el “jet set” del mundo artístico y político del siglo XX…”. Cuenta con una ubicación extraordinaria (Ave. Francisco I. Madero 30) a solo 9 minutos a pie de “El Zócalo” y de “El Palacio de Bellas Artes”.

Es en esta calle “Madero”, arteria importante de la CDMX, en la que he “Gastado Zapatos” por más de seis décadas. 

Durante el tiempo que estuve en “La Dirección de Promoción de Turismo de la Ciudad de México” fue cuando “la Calle de Madero” se convirtió en “Peatonal”. Primero solo se cerraba los fines de semana para impedir el paso de los autos. Sin embargo, durante el 2010, la calle tuvo una transformación completa. Desde octubre de ese año, quedó eliminado el paso de los carros para hacerla 100% “Peatonal”; con un ambiente muy agradable y con el sabor de las calles paseantes de las Capitales del Mundo… 

Un verdadero recorrido turístico en la “Ciudad de los Palacios” digna de ir a ¡Gastar Zapatos!.

Ésa es mi experiencia, como dije, por más de medio siglo de la histórica calle de “Francisco I. MADERO”.

“No se aprende a caminar siguiendo las reglas. Se aprende caminando y cayendo”
Richard Branson